Las personas que infrinjan esta ley deberán pagar una multa de 32 euros, mientras que los establecimientos entre 260 y 2.600 euros.
La normativa entró en vigor a las
00.00 horas del domingo e impide fumar en cualquier espacio público cerrado
(incluidos bares, restaurantes y cafés).
Uno de cada tres turcos mayores
de edad fuma, una cifra que se eleva hasta el 48 por ciento de los hombres.
De acuerdo a algunos estudios, en
Turquía se fuman casi 300 millones de cigarrillos diarios.
Según el Ministerio de Salud,
desde el 19 de mayo de 2008, cuando se implementó la primera fase de la ley
(prohibición del tabaco en lugares de trabajo), el 7 por ciento de los
fumadores de Turquía han dejado el tabaco y con la nueva normativa para los locales
de esparcimiento se espera que otro 20 por ciento deje de fumar.
La mayoría de los turcos aprueban
la puesta en marcha de la ley, aunque los propietarios de los tradicionales
cafés -donde se juega a las cartas, al dominó y al backgammon- y los salones de
narguile avisan de que la normativa antitabaco les perjudicará seriamente.
Por ejemplo, en la ciudad
noroccidental de Bursa los cafés se vaciaron completamente en el primer día de
ley antitabaco, informó la agencia IHA.
En otros lugares el efecto no ha
sido tan duro ya que, debido a las altas temperaturas, la mayor parte de la
gente se concentra en las terrazas, donde sí se permite fumar siempre y cuando
no se moleste a los no fumadores.
Los medios de comunicación de Turquía han seguido el primer día de la ley antitabaco con expectación, reflejando historias como la de un joven de una localidad de la provincia sureña de Adana que llamó a la policía para denunciar a sus amigos que fumaban en un café.
EFE
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