Estudio revela que niños calificados por sus maestras como "tristes" tenían cinco veces más posibilidades de ausentarse del trabajo por enfermedad en la adultez.
Los adultos que fueron infelices de niños tienden a estar permanentemente enfermos, sugiere un estudio publicado hoy y hecho por el King"s College de Londres, que analizó a personas nacidas entre los años 1950 y 1955.
Los investigadores, que evaluaron a 7.100 personas, descubrieron que los pequeños calificados por sus maestras como "tristes" o "infelices" tenían cinco veces más posibilidades de tener que ausentarse del trabajo por enfermedad al llegar a la vida adulta.
Al mismo tiempo, estos menores tenían más posibilidades de tener tendencia a la depresión, según los científicos.
El estudio, publicado en el British Journal of Psychiatry, evaluó a los pequeños nacidos en Aberdeen (Escocia), donde se preguntó a las maestras sobre sus temperamentos y asistencia a clase.
Los expertos han podido localizar a algunos de los participantes en la investigación para preguntarles sobre su situación laboral.
De ellos, 392 admitieron que no han podido trabajar por estar permanentemente enfermos.
El investigador Max Henderson, a cargo del estudio, dijo: "No podemos decir que esta tendencia en la infancia cause mala salud en la vida, pero ciertamente parece ser un factor que contribuye".
"En base a estudios previos, sospechamos que estos grupos son más susceptibles a la depresión y la ansiedad, que, por supuesto, es una gran causa de no poder trabajar", añadió. EFE
Los investigadores, que evaluaron a 7.100 personas, descubrieron que los pequeños calificados por sus maestras como "tristes" o "infelices" tenían cinco veces más posibilidades de tener que ausentarse del trabajo por enfermedad al llegar a la vida adulta.
Al mismo tiempo, estos menores tenían más posibilidades de tener tendencia a la depresión, según los científicos.
El estudio, publicado en el British Journal of Psychiatry, evaluó a los pequeños nacidos en Aberdeen (Escocia), donde se preguntó a las maestras sobre sus temperamentos y asistencia a clase.
Los expertos han podido localizar a algunos de los participantes en la investigación para preguntarles sobre su situación laboral.
De ellos, 392 admitieron que no han podido trabajar por estar permanentemente enfermos.
El investigador Max Henderson, a cargo del estudio, dijo: "No podemos decir que esta tendencia en la infancia cause mala salud en la vida, pero ciertamente parece ser un factor que contribuye".
"En base a estudios previos, sospechamos que estos grupos son más susceptibles a la depresión y la ansiedad, que, por supuesto, es una gran causa de no poder trabajar", añadió. EFE
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