Bañarse en una serie de flores y aguas con colorantes es una tradición peruana, sin embargo, si los productos son adulterados pueden dañar la piel e incluso originar ceguera.
Al finalizar el año, a los peruanos le gustan realizar una serie de rituales que, según el imaginario popular, les brindarán energías positivas para que la fortuna los acompañe en el año nuevo. Entre esos ritos encontramos el baño de florecimiento, el cual consiste en bañarse en una suerte de tina llena de flores, agua y colorantes.
Esta ceremonia popular, sin embargo, puede ocasionar graves daños a la piel, los ojos, e incluso en el cerebro de los seres humanos si los insumos que se usan están adulterados o descompuestos.
La bióloga Kary Gonzales Dávila, especialista en plantas medicinales del Instituto Nacional de Salud afirma que los riesgos a la salud aparecen porque muchas veces las personas que administran estos baños usan insumos adulterados.
“Esta condición de descomposición es signo de que puede haber presencia de hongos y bacterias dañinas. No sabemos qué clase de colorantes usan. Además, el agua que se utiliza no ha pasado por una prueba de calidad”, dice la bióloga Gonzales.
Incluso, agrega la experta, muchas veces los que se hacen llamar “chamanes” utilizan brebajes mezclados con aguardiente para escupir sobre la gente y “bendecirlos”. A veces también les hacen ingerir este licor a las personas.
“Esto en algunas oportunidades tiene alcohol metílico el cual al contacto con los ojos puede originar ceguera. A veces también contiene alcohol industrial, el cual si es consumido por las personas puede producir un edema o infarto cerebral”, alerta la bióloga.
La piel es la más afectada
La piel es la parte del cuerpo humano que resulta más dañada por un baño de florecimiento con insumos adulterados. Entre los efectos menores tenemos la urticaria, caracterizada por ronchas rojizas que producen picazón en la piel; la dermatitis también es otro efecto dañino.
Carlos Sordo, dermatólogo de la Clínica Ricardo Palma, señala que las flores que se usan en los baños de florecimiento contienen unos compuestos llamado cumarinas, las cuales pueden originar alergias en la piel.
“Generalmente estos baños se hacen de noche y en la mañana siguiente la persona se va a la playa, donde la exposición al sol puede producir una reacción más grave en la piel que llamamos fitofotodermatitis que originan quemaduras y manchas de piel”, explica el dermatólogo.
Entre los consejos que dicen los especialistas para evitar estos riesgos a la salud por un baño de florecimiento están el cerciorar la calidad de las sustancias que se usen; que las flores sean frescas; enjuagarse luego del baño y evitar el contacto directo con el sol de manera inmediata también son recomendaciones imprescindibles para proteger la piel.
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