Lima carece de áreas verdes. Estudios sugieren que los entornos saludables, como parques y jardines, previenen enfermedades físicas y mentales.
La calle es una selva de cemento. Esta frase extraída de una salsa dura de Hector Lavoe sirve para decir -sin anestesia- que a Lima le hacen falta 56 millones de metros cuadrados en áreas verdes. ¿Por qué deberíamos preocuparnos por nuestra salud física y mental?
Maribel se acaba de enterar que la capital del país tiene 2.71 metros cuadrados de parques y jardines por habitante, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 9 metros cuadrados por habitante, para ofrecer buena calidad de vida. Ella -que siempre ha sido continua visitante de clínicas y hospitales- se pregunta si por esa razón el médico le recomendaba mudarse a alguna provincia.
Vivir más y mejor. "Ha quedado demostrado que los espacios verdes están asociados con mejores resultados en salud y con una reducción de la mortalidad", según destaca un artículo publicado en la revista médica británica The Lancet.
También resaltan los efectos positivos en la presión arterial, la depresión y los niveles de actividad física, beneficios que no guardan relación directa a un acceso económico mayor. "Las personas que ganan menos dinero pero que viven cerca de mayores espacios verdes pueden tener una tasa de mortalidad más baja que quienes tienen acceso a espacios verdes más reducidos".
Cuerpo sano. Se pueden prevenir enfermedades cardiovasculares (ECV), de acuerdo a un estudio realizado entre la población de la ciudad de Kaunas (Lituania - Unión Europea) que midió la accesibilidad y el uso de espacios verdes.
Los factores de riesgo cardiovascular y la prevalencia de diabetes mellitus fueron significativamente menores entre los usuarios del parque que entre los no usuarios. Se observó un mayor riesgo de ECV en quienes vivían a más de 600 metros de los parques en comparación con los que vivían a 300 metros.
A la luz de esas investigaciones foráneas, el peruano Jorge Hancco, especialista en medicina preventiva y salud pública del Ministerio de Salud (Minsa), destaca que las áreas verdes públicas también propician la actividad física moderada, que debería ser de 30 minutos al día en promedio.
"Los estudios identifican beneficios importantes del uso de áreas verdes, como el control de los niveles de glucosa (azúcar en la sangre) en las personas con diabetes, la disminución de los índices de obesidad, un menor número de fumadores y también menos ataques cerebrovasculares".
Mente sana. Investigadores suecos evaluaron a 4.4 millones de mujeres y hombres de entre 25 a 64 años de edad y verificaron que estar rodeado de vegetación en un contexto urbano contribuye a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión.
La psicóloga comunitaria Jacquelinee Rojas, especialista en salud mental, explica que a estos hallazgos también son importantes para desarrollar las capacidades sociales que incrementan el sentimiento de bienestar, como postula la psicología ambiental.
El contacto con la naturaleza es empleado en los procesos psicoterapéuticos. "El espacio verde llama a reunirse, congregarse y a jugar, cuando se convierte en espacio de utilidad pública, es decir, las personas pueden sentarse, echarse y conversar".
La experta destaca que las personas debemos estar orientadas a promover "entornos saludables" que generen confianza, tranquilidad y que lleve a reducir los niveles de ansiedad y angustia, por medio de la recreación en estos espacios verdes públicos.
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