De acuerdo a un estudio a cargo de un grupo de epidemiólogos de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, hasta cinco pasajeros se pueden ver infectados con una enfermedad respiratoria si es el tripulante de vuelo está enfermo.
El caso de un avión procedente de Dubai que fue puesto en cuarenta durante unas horas ha levantado las alarmas sobre qué cómo se propagan los virus en un avión. Si bien el caso de las diez personas hospitalizadas en Nueva York tuvo como diagnóstico cuadros de gripe, conozcamos cómo se propagan las infecciones respiratorias a más de 10 mil metros de altura.
En 2009, las alertas sanitarias se encendieron. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en México que se encontraban ante la denominada gripe porcina, una pandemia que podría volverse mundial. Sin embargo, lo que no sabían las autoridades sanitarias era que el virus AH1N1 ya había llegado a Nueva Zelanda junto a un grupo de estudiantes que regresaban a su país desde el norte del país azteca.
De acuerdo a un grupo de epidemiólogos de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, la probabilidad de una infección es baja si no se está cerca al infectado durante un vuelo superior a 3 horas. Sin embargo, puede incrementarse hasta en cinco contagiados si es un tripulante de vuelo (aeromozos) es quien se encuentra enfermo.
El estudio concluye que la zona de propagación es de dos filas hacia adelante, hacia atrás o a los laterales. “Lo que sugiere que la transmisión se produjo más por gotitas expulsadas al toser o estornudar que mediante minúsculos aerosoles dispersados a través del sistema de aire acondicionado del avión”, explicó Michael Baker a El País.
Los resultados del estudio concuerdan con las guías de aviación civil para examinar y controlar a los pasajeros en caso de alertas de epidemia. En el documento oficial se recomienda que se ubique a los pasajeros enfermos en la zona más alejada del avión, con un miembro de la tripulación a cargo de cualquier eventualidad. “Si es posible, asignar un baño exclusivo para el uso del pasajero enfermo, además de desinfectar y limpiar después de cada uso”, explica el comunicado.
La investigación de especialistas de la Universidad de Emory en Estados Unidos, considerado el más amplio sobre la propagación de virus durante un vuelo, resaltaron que tanto como tener en cuenta la ubicación del asiento de los pasajeros, sino también sus movimientos en la cabina y su contacto con los asistentes de vuelo.
Comparte esta noticia