Debe realizarse una intervención en salud pública, por ejemplo implementar silos en las zonas afectadas y asegurarse de que reciban mantenimiento.
La falta de un proceso adecuado para desechar las excretas humanas puede agravar la situación de los miles de peruanos que viven en los lugares afectados por los huaicos e inundaciones. La hepatitis A y otras enfermedades gastrointestinales pueden presentarse ante la carencia de silos o baños públicos tratados correctamente.
¿En dónde están haciendo sus necesidades las miles de personas damnificadas?, es una pregunta que hace el asesor médico de RPP Noticias, el doctor Elmer Huerta.
Por ejemplo, en Chiclayo, RPP Noticias comprobó que las familias afectadas, en zonas urbanas, hacen sus necesidades en bacines y luego desechan sus excretas en bolsas plásticas. Los sistemas de agua y desagüe han colapsado y los baños están inoperativos.
“Es importante que las autoridades del Ministerio de Salud nos digan qué se está haciendo por una función elemental y básica, tan importante como comer, que es asegurarnos que la gente tenga un lugar digno en dónde hacer sus necesidades”, dijo.
Terremoto de Ica. El doctor Elmer Huerta recordó que tras el terremoto que afectó el sur del país el año 2007, visitó Cañete y comprobó que la suciedad invadía los baños públicos. En ese caso, las autoridades responsabilizaron a los usuarios: “la gente es sucia, la gente no respeta”.
La intervención de salud pública. Una vez identificado el problema: “cómo va a disponer de sus excretas una población de refugiados”, deben tomarse medidas. Algunas alternativas son asistir con personal especializado en salud para construir silos (con maquinaria), comunicar la forma adecuada de usarlos y asignar encargados de limpieza.
“Si no miras el problema o no lo tomas en cuenta, te encargas de darle comida a la gente, pero nadie piensa en dónde están haciendo sus necesidades estas personas”, sostuvo.
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