Esta cifra ha aumentado en todos los países en la última década, hasta convertirse en la segunda causa más común de muerte entre niños menores de cinco años.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Nacimientos Prematuros, expertos británicos aconsejan cinco medidas para reducir estos partos, como dejar de fumar o reducir los embarazos múltiples por fecundación in vitro.
En un artículo publicado por la revista médica "The Lancet", los investigadores recomendaron también reducir las cesáreas fijadas antes de tiempo sin una razón médica y administrar suplementos de progesterona a las mujeres con embarazos de alto riesgo y puntos de sutura cervical a las que tengan un cuello uterino débil.
Si los países desarrollados aplicasen estas medidas, los partos prematuros se podrían reducir en una media de un cinco por ciento para 2015, según el estudio elaborado por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la organización no gubernamental Save The Children y la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
Este porcentaje equivale a llevar a término alrededor de 58.000 embarazos y ahorrar 2.355 millones de euros en costes sanitarios derivados de las complicaciones propias de estos nacimientos, como dificultades respiratorias, anemia, infecciones o hemorragias.
Los investigadores, que analizaron datos de 39 países desarrollados, estiman que los partos prematuros podrían reducirse en hasta un 8 por ciento en EEUU, alrededor de un 5 por ciento en la mayoría de los países de Europa continental y sólo un 2 por ciento en el Reino Unido.
"Nuestro análisis muestra que el margen que tenemos para prevenir estos partos prematuros es tremendamente pequeño. Además, estas cinco estrategias no son sencillas de poner en marcha", afirmó el doctor Joy Lawn, coordinador del estudio.
Cada año nacen alrededor de 15 millones de bebés prematuros, antes de las 37 semanas de gestación, y un millón de ellos muere, la mayoría en países en vías de desarrollo, por falta de atención médica.
Esta cifra ha aumentado en todos los países en la última década, hasta convertirse en la segunda causa más común de muerte entre niños menores de cinco años, pero los expertos desconocen las causas de este ascenso y reconocen que es necesario seguir investigando.
EFE
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