Según las previsiones, la incidencia de esta enfermedad seguirá en aumento, junto con las enfermedades coronarias y el cáncer.
Con motivo del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular que se celebra este sábado, la Sociedad Europea de Cardiología (WSO en inglés) recordó la importancia de la prevención del derrame cerebral o ictus, enfermedad que cada seis segundos cobra una víctima a nivel mundial.
El derrame cerebral mata a más personas cada año que el sida, la malaria y la tuberculosis juntos, y es la segunda causa de muerte en personas de más de 60 años y la quinta en las de edades comprendidas entre los 15 y los 59 años.
Según las previsiones, la incidencia de esta enfermedad seguirá en aumento, junto con las enfermedades coronarias y el cáncer, y pasará de unos seis millones de casos anuales en 2010 hasta casi ocho millones anuales en 2030.
Pero "si se identifican y modifican los factores de riesgo hay posibilidades de reducir la incidencia y la tasa de mortalidad de este mal devastador", señala el profesor Freek Verheugt, del hospital Onze Lieve Vrouwe Gasthuis de Amsterdam.
Para prevenir un accidente cerebrovascular o apoplejía, la WSO recomienda conocer los factores de riesgo como tensión alta, diabetes y colesterol, hacer ejercicio, comer sano, limitar el consumo de alcohol, evitar el tabaco.
Síntomas:
Un repentino adormecimiento, especialmente de un lado del cuerpo; dificultad para hablar o ver; pérdida de equilibrio o vértigo y una fuerte jaqueca sin causa aparente.
Según Verheugt, cualquiera de estos síntomas deben ser tomados muy en serio, ya que "el derrame cerebral cerebral constituye una urgencia médica y todo minuto ganado puede suponer una gran diferencia para la supervivencia".
"Una pérdida de tiempo es una pérdida de función cerebral", afirma la WSO.
EFE
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