La Asociación Médica Norteamericana señala que no es necesario que las mujeres menores de 21 años se realicen la prueba del Papanicolau, entre otras recomendaciones. Oncólogo de la Liga contra el Cáncer comenta cuán difícil sería aplicarlas en el servicio de salud público del Perú.
La Revista de la Asociación Médica Norteamericana (JAMA por su sigla en inglés) ha publicado un artículo con nuevas recomendaciones para el despistaje del cáncer de cuello uterino. El Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta, sostuvo en el programa "La Rotativa del Aire" que estas reglas nos ponen el reto de tratar de adaptarlas a la realidad peruana del sistema público de salud.
Las nuevas guías se basan en los dos métodos conocidos de despistaje de cáncer al cuello del útero: cuando es detección precoz con el Papanicolau o citología y la prueba moderna de detección del Virus del Papiloma Humano (VPH).
Si bien en ambas pruebas se analiza la secreción mucosa del cuello uterino, el de la prueba de detección del VPH, se centra en el reconocimiento de virus de alto riesgo, en caso se encuentren este tipo de virus en el cuello del útero es señal para que la paciente se haga evaluaciones más seguidas.
Entre las nuevas disposiciones encontramos que el examen de Papanicolau no debe hacerse en mujeres menores de 21 años; también que la misma prueba debe dejarse de hacer a las mayores de 65, siempre y cuando la mujer se haya realizado el examen durante toda la vida.
Las mujeres con edades entre los 21 y 29 años, quienes por naturaleza biológica tienen alta cantidad de virus, no deben realizarse la prueba moderna de detección del virus de Papiloma, sino la prueba de Papanicolau cada 3 años, lo que es suficiente en Estados Unidos, dice Elmer Huerta.
Entre otras novedosas reglas para el despistaje del cuello uterino se encuentra la que dice que las mujeres de entre 30 y 65 años pueden seguir realizándose la prueba del Papanicolau o la detección moderna del virus, y si esta última es negativa, se puede hacer cada 5 años. También se pueden hacer ambas pruebas cada 5 años.
En caso la mujer se haya extirpado el útero y no haya tenido cáncer en toda su vida, no necesita el Papanicolau, sostiene Elmer Huerta. Por último, las mujeres con más de 65 años, solo si el médico lo indica en base a su historia clínica, pueden realizarse el test de Papanicolau.
LAS POSIBILIDADES DE ADAPTACIÓN EN EL PERÚ
RPP Noticias se comunicó con el Dr. Gilmar Grisson, cirujano oncólogo de la Liga Peruana contra el Cáncer, para entender qué particularidades de la realidad peruana permiten o no la aplicación de este tipo de nuevas guías para el despistaje del cáncer del cuello uterino.
El Dr. Grisson fue enfático en decir que que no se pueden aplicar estas recomendaciones en el Perú porque la población estadounidense es más consciente de la importancia de la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano. “Yo no puedo aplicar una guía como esa cuando la tasa de vacunación en Estados Unidas supera el 70% y en el Perú ni siquiera llega al 34%”, sostiene.
El cirujano oncólogo afirma que existen muchos prejuicios contra la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y responsabiliza a un “grupo antivacunas grande”, el cual promueve que si los padres de familia permiten que sus hijas se vacunen pueden contraer enfermedades como Síndrome de Guillian-Barré o la anemia hemolítica. “Eso es falso”, asegura Grisson.
En el 2002 la Organización Mundial de Salud (OMS) ─recuerda Gilmar Grisson─ aseveró que el cáncer de cuello uterino subirá para el 2025 en 75% en Latinoamérica, pero en el Perú hasta 84%.
Otro factor que fundamenta la complicada ejecución de estas nuevas guías en nuestro país es que no existen pruebas de calidad para los exámenes de Papanicolau. Esto a diferencia de potencias como Estados Unidos, Inglaterra, Japón e Italia, donde sí se ha comprobado que este examen aportó en la reducción de cáncer de cuello del útero, dice el especialista.
Además, dice el experto, existe “un falso pudor y mil cosas por las cuales [las mujeres] no acuden [a realizarse el examen]”. Ante ello, se debería promover la autotoma [procedimiento que la misma mujer puede realizar con guía de un médico], de esa forma si la mujer se siente incómoda, ella misma puede realizarse el examen.
También existen dificultades para aplicar la detección moderna de los virus de alto riesgo del VPH en el Perú (conocido también como tamizaje con pruebas moleculares), ya que el Minsa iba aplicar este método en el 2018, explica Grisson, pero hasta el momento no se hace.
RPP Noticias se comunicó con el director de Prevención y Control del Cáncer del Ministerio de Salud, el Dr. Jorge Rubiños del Pozo, para saber la razón por la que este método de detección de virus de alto riesgo del VPH aún no se ejecutó en el país.
“La prueba es costosa y no se ha podido implementar”, responde. Sin embargo, el representante del Minsa afirma que sí se realizó entre el 2017 y el presente año una prueba piloto en la región de Tumbes con 9 000 mujeres, de entre 30 a 49 años. A ellas se les aplicó la detección molecular preparada para países en estado de pobreza conocida con las siglas CARE VPH.
No fue el método de detección aplicado en países desarrollados, llamado Captura Híbrida 2 (HC2).
El Dr. Rubiños del Pozo señala que de las 9 000 mujeres en las que se aplicó el CARE VPH, el 10% resultaron positivas.
Es importante que este método de detección de virus de alto riesgo del papiloma humano, que ya se socializó con los especialistas en el 2016, se aplique, finaliza el experto de la Liga Contra el Cáncer, porque “la prueba del Papanicolau no ha logrado disminuir las tasas de mortalidad por cáncer de cuello uterino en países pobres y en vía de desarrollo como el nuestro”.
El cáncer de cuello uterino es la primera causa de mortalidad por cáncer a la mujer. Según Gilmar Grisson de 5 a 7 mujeres peruanas mueren al día por este tipo de cáncer.
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