El "Viagra femenino" podría no servir e incluso ser perjudicial para aumentar el apetito sexual en mujeres que no tienen ovarios, según estudio británico.
El uso del parche hormonal conocido como "Viagra femenino", cuyo objetivo es aumentar el apetito sexual de las mujeres a quienes les han extirpado los ovarios podría no servir para nada e incluso ser perjudicial. Así lo indica un estudio publicado hoy por la revista británica "Drug and Therapeutics Bulletin" (DTB).
Las dudas sobre la efectividad del parche se basan en que los ensayos se realizaron con un grupo de mujeres muy específico, que excluía a pacientes con enfermedades físicas y mentales que hubieran podido incidir en el deseo sexual.
El parche, que está ya a la venta con el nombre de Intrinsa, va dirigido a mujeres con un trastorno en el deseo sexual motivado por la extirpación de los ovarios.
Su mecanismo es sencillo: el parche se coloca en el abdomen de la mujer y libera una dosis diaria de testosterona, lo que provoca un aumento del apetito sexual en la mujer menopáusica.
Sin embargo, el estudio de DBT subraya que los resultados del tratamiento se midieron, en muchos casos, a través de cuestionarios formados por preguntas cortas que no habían sido validados de antemano.
Además, añade que una buena parte de las mujeres que participaron en los ensayos sufrieron el conocido "efecto placebo", ya que muchas afirmaron que su apetito sexual había crecido sin haber sido tratadas con el medicamento.
Por último, señala que aún con los resultados obtenidos en las pruebas, el hecho de que muchas mujeres ya practicaran sexo dos o tres veces al mes antes de comenzar la medicación "hace que nos preguntemos si realmente partían desde un nivel de deseo sexual pobre".
Si bien estas cuestiones arrojan dudas sobre la eficacia del producto, la revista va más allá y sostiene que el parche provocó efectos secundarios, en su mayor parte irritación de la piel en la zona del cuerpo en la que se colocó.
Otros de los efectos adversos detectados son la aparición de acné, el exceso de vello, la alopecia, dolor en el pecho, aumento de peso, insomnio o migrañas y algunos de ellos persistieron tras la retirada del tratamiento.
Por ello, y dado que el parche fue testado durante un período máximo de seis meses, se pregunta cuáles podrían ser los efectos secundarios del tratamiento a largo plazo.
"No conocemos cuál es la seguridad de Intrinsa en el largo plazo y los efectos no deseados son comunes y no siempre reversibles, por lo que no recomendamos a las mujeres con disfunciones sexuales que usen este parche", concluye la publicación. EFE
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