LA Fertility Institutes, clínica estadounidense de fertilidad que ofrecería "bebés a pedido", ha anunciado que suspende temporalmente este servicio.
LA Fertility Institutes, la clínica estadounidense de fertilidad que provocó un revuelo mundial tras anunciar que ofrecería en breve "bebés a la carta", ha anunciado que suspende temporalmente este servicio.
En un comunicado publicado en su página web y que hoy recogen varios medios estadounidenses, la clínica aseguró que "permanece atenta a la opinión pública" y cree que los beneficios del servicio no superan "el aparentemente impacto social negativo" que provoca.
La clínica seguirá ofreciendo el diagnóstico para padres con albinismo u otros desórdenes genéticos de la pigmentación de la piel, pero no para aquellos que simplemente deseen un bebé con determinadas características estéticas.
El LA Fertility Institutes anunció el pasado diciembre a sus pacientes la opción de elegir embriones libres no sólo de genes asociados con determinadas enfermedades, sino también con los rasgos como el color de ojos o de piel preferidos por los padres.
El procedimiento es similar a otros que ya se usan en reproducción asistida y se basa en la técnica conocida como diagnóstico genético de preimplantación, utilizado para prevenir enfermedades mortales en los bebés.
Los médicos analizan una célula de cada embrión para detectar determinadas enfermedades de origen genético e implantan en el útero de la madre sólo los embriones sanos.
Igualmente, la técnica permite descubrir qué embriones desarrollaran rasgos genéticos como pelo rubio u ojos verdes y seleccionar sólo los que tengan las características deseadas.
La noticia saltó recientemente a los medios de comunicación y generó una gran controversia en todo el mundo.
En la mayoría de los países europeos la legislación sólo permite la selección genética en reproducción asistida por motivos de salud, pero este no es el caso de Estados Unidos, donde algunas clínicas como LA Fertilitily Institutes permiten ya elegir el sexo del bebé.
Jeff Steinberg, fundador de esta clínica y pionero de la fecundación in vitro en los 70, aseguró no estar preocupado por la polémica.
"Otros están asustados por las críticas, pero nosotros no tenemos ningún problema con ello", señaló.
Algunos expertos del sector denunciaron también que se trataba de una mera estrategia publicitaria y que aún no es técnicamente viable garantizar la selección de embriones con rasgos estéticos determinados como color de ojos o de pelo.
"Nadie es capaz de hacer eso en este momento", dijo Sean Tipton, de la Sociedad Americana para la Tecnología Reproductiva a la prensa estadounidense. EFE
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