Ante una paralización del sistema público de salud, la población debe poner énfasis en la prevención de las enfermedades.
La atención en salud es un derecho y una necesidad, cuando la sanidad pública paraliza sus labores de forma parcial o total, definitivamente impacta en la población. A propósito de que a la fecha se produce una huelga médica a nivel nacional, hay algunas recomendaciones que nos ayudarán a todos a atravesar esta eventualidad.
Los establecimientos de salud pública deben garantizar la atención en Emergencias y en las Unidades de Cuidados intensivos (UCI). Sin embargo, conforme avanza la paralización del personal de salud las condiciones se hacen más críticas y la población se siente más desprotegida.
La médico general y de familia de Solidaridad Salud Lisseth Gómez explica que frente este escenario, debemos poner énfasis en la prevención de las enfermedades. En ese sentido, aconseja:
- Si hay un familiar resfriado en casa, tomar precauciones para evitar contagiarse. Además, mantener las medidas de higiene necesarias para que no facilitar la transmisión de gérmenes.
- Evitar comer en la calle o en lugares que no garanticen una buena manipulación de los alimentos.
- No exponerse a situaciones de riesgo que puedan dañar la salud.
Hay que guardar la calma y evitar las colas en los hospitales, a sabiendas de que durante una huelga hay menos personal y la atención se prioriza. En ese caso, conviene distinguir las emergencias de las urgencias.
Emergencias: cuando está en riesgo la vida del paciente, y la atención debe ser inmediata. Por ejemplo:
- Infarto agudo de miocardio.
- Apendicitis.
- Accidente vascular encefálico.
- Politraumatismo, que podría deberse a un accidente de tránsito.
- Asfixia.
- Hemorragia severa.
- Convulsiones.
- Pérdida no recuperada de conocimiento, etc.
Urgencias: cuando se requiere de una atención médica en un tiempo reducido, pero la vida del paciente no corre peligro.
- El proceso de inicio del periodo de parto, en algunos casos pueden esperar 10 a 15 horas.
- Gastroenterocolitis con una deshidratación leve.
- Una crisis nerviosa.
- Un cólico renal o vesicular.
- Pérdida recuperada de conocimiento, etc.
Las atenciones por consultorio externo con frecuencia son debido a resfriados, enfermedades diarreicas, dolor abdominal no severo, esguinces debido a una mala pisada o a un golpe, pero en todos estos casos el dolor se puede tolerar o aliviar con reposo o analgésicos.
Los pacientes deben averiguar en qué centros de salud se atienden las urgencias o consultas externas. Dependiendo de la complejidad del cuadro se puede optar por acudir a un consultorio privado, siempre que se tenga el poder adquisitivo para hacerlo.
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