Dariela Armas Aranda, del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital San Bartolomé explicó que producen exceso de peso, que produce complicaciones más peligrosas durante el embarazo.
El intenso calor del verano nos lleva a consumir bebidas azucaradas como gaseosas, néctares, jugos de frutas, bebidas hidratantes, entre otros. Sin embargo, el consumo excesivo de estos productos puede ser un factor de riesgo para las mujeres embarazadas, advirtió Dariela Armas Aranda, del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Nacional Madre Niño San Bartolomé.
Explicó que las bebidas azucaradas producen exceso de peso y esto a su vez predispone a que la gestante desarrolle presión alta, preeclampsia y eclampsia (daño al endotelio materno, riñones e hígado) que junto a la diabetes son las complicaciones más comunes y peligrosas durante el embarazo.
Indicó que casos de estos males ponen en peligro la vida del feto y de la madre, al inducir al parto prematuro y con bajo peso. Por otro lado, la eclampsia puede ocasionar en la madre convulsiones, la muerte de la madre y del feto.
“Cuando las mujeres deciden ser madres es necesario entender la gran responsabilidad que esto implica; de los cuidados que tome antes y durante la gestación dependerá que el bebé nazca fuerte y sano”, aseveró.
Por ello la nutricionista dijo que es necesario preparar el cuerpo de la gestante con los suficientes nutrientes como proteínas, carbohidratos, lípidos, y micronutrientes como hierro y ácido fólico, sobre todo durante los tres meses antes de embarazarse.
“El hierro y ácido fólico pueden encontrarse en las carnes en general, verduras verdes, vísceras (hígado, sangrecita y bofe). Estos cuidados deben continuar durante el embarazo, por eso se requiere como mínimo cuatro controles nutricionales durante esos meses”, recomendó.
Armas Aranda recomendó el consumo de frutas naturales con alto contenido de agua, como sandía, papaya, melón y piña para aplacar la sed. “Es importante consumir refrescos de frutas naturales, sobre todo las cítricas, pues contienen vitamina C, como el jugo de naranja, melón, carambola, cocona, maracuyá, tumbo, tomate, kiwi y limonada, que ayudan a que nuestro organismo asimile el hierro de los alimentos y suplementos vitamínicos”, agregó Armas.
Sobre todo las gestantes deben consumir tres veces por semana alimentos ricos en hierro y calcio (leche, yogur y queso), así como ácidos grasos, como pescado, palta, maní, aceite de sachainchi, pecanas y nueces, entre otros.
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