En las redes sociales encontramos muchas "mágicas curas" que dicen frenar el avance del nuevo coronavirus en el mundo. Algunas ofrecen prevenir o hasta sanar de la COVID-19 con alimentos y automedicación de tratamientos usados en pacientes hospitalizados. Sin embargo, estas desinformaciones pueden poner en peligro nuestra salud.
La pandemia del nuevo coronavirus ha llevado a muchos ciudadanos a buscar "milagrosas curas" que eliminen la COVID-19, poniendo en riesgo su salud. Desde tomar bebidas calientes para supuestamente diluir el virus hasta consumir un cóctel de medicamentos sin supervisión médica, estas "falsas curas" no solo engañan a los pacientes, también ponen en peligro su salud.
La automedicación de tratamientos farmacológicos es la que más consecuencias nocivas trae a la salud: la resistencia antibiótica nos expone a virus cada vez más persistentes. En el caso de la lucha del nuevo coronavirus, los medicamentos usados aún están en evaluación, ya que se han realizado los estudios científicos escalonados por la urgencia de tener un medicamento específico para curar la infección por SARS CoV-2. Resulta vital tener en cuenta cada caso en particular: la automedicación con los tratamientos que sabemos que se usan en los hospitales no es la solución.
Rafael Alfonso Barreda, médico internista y gerente de Auditoría e Investigación de Pacífico Seguros, comenta que es importante que el médico tratante tenga en cuenta el comportamiento de cada medicamento en el organismo del paciente, y que no debería permitirse que medicamentos se vendan como "tratamientos preventivos" en las farmacias y a libre acceso.
"Cada caso debe ser visto por un médico antes de indicar la terapia bajo consentimiento del paciente sabiendo los riesgos, y estos tratamientos deberían ser controlados bajo un ensayo clínico. El Minsa, por ahora, esta permitiendo el uso de hidroxicloroquina en prevención, pero esta medida debe ser revisada al igual que su uso junto con ivermectina en tratamiento a la luz de lo que se está publicando de resultados de ensayos clínicos, y hacer la respectiva modificación", menciona.
Debemos recordar que aún no se ha descubierto un medicamento que logre curar la infección y que sea seguro y accesible para todos. Barreda resalta que guiarnos de las experiencias personales de otros o de información dada por influencers no avala el uso indiscriminado de un tratamiento.
"La eficacia, hasta este momento, de cada uno de los medicamentos usados sigue siendo desconocida ya que no podemos guiarnos por titulares periodísticos, experiencias personales o publicaciones de los llamados influencers u opinólogos para decir que el tratamiento es bueno o no. La seguridad de estos tratamientos ya viene siendo reportada como riesgosa por diversos efectos encontrados, por ejemplo, a nivel cardiaco. Más aún si estos fármacos pueden interactuar entre sí en nuestro organismo y empeorar las consecuencias negativas de ellos, comparándolos si se dieran de forma separada, siendo al final el remedio peor que enfermedad", resalta.
¿Y LOS MEDICAMENTOS USADOS PARA CASOS COVID-19 EN EL MUNDO?
Barreda explica que en medio de la pandemia ya se han comenzado a ver los primeros reportes científicos de los medicamentos usados para tratar a estos pacientes. La hidroxicloroquina, azitromicina, ivermectina, remdesivir, corticoirdes, plasma convalecientes, entre otros, son algunos de los más usados alrededor del mundo.
"Lamentablemente, ninguno a la fecha ha demostrado una eficacia estadísticamente significativa, ni en el tratamiento ni en la prevención. De ellos el que tiene mayor perfil de seguridad, es decir, menor riesgo a las dosis que se está usando, es la ivermectina, pero no evidencia beneficio y hay dudas sobre la dosis que se está dando porque al parecer está muy por debajo de la que debiera usarse. Ahora, si subimos la dosis podemos llevar a gran toxicidad. Esta ivermectina no debe usarse en pacientes asintomáticos. Como prevención está prevaleciendo su uso dada la ausencia de otros medicamentos y su costo relativamente bajo", comenta.
Hace unas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) suspendió el uso de la hisdroxicloroquina en el estudio mundial "Solidarity", que incluye al Perú, por un comentado riesgo cardíaco. Días después, se anunció la reanudación de ensayos clínicos.
"La hidroxicloroquina, con o sin azitromicina, tampoco tiene beneficio demostrado y, más bien, hay reportes de incremento de efectos adversos y su uso como profilaxis post exposición no ha demostrado ser eficaz. ¿Hay interacción entre ivermectina e hidroxicoroquina y azitromicina? No se sabe a ciencia cierta, al menos una que sea beneficiosa. La recomendación actual es que, si van a suministrarse estas terapias juntas, debería hacerse solo en entorno controlado de un ensayo clínico y sólo luego de que un médico evalúe cada caso de forma individualizada y haga entender al paciente sobre los riesgos de su uso", menciona Barreda.
Cada paciente es un caso particular y no se puede generalizar el uso de ciertos tratamientos farmacológicos como "la cura milagrosa".
"Recuerden que cada paciente puede tener diversas enfermedades previas a la infección, como diabetes o hipertensión con daños ya instalados en los riñones, hígado o corazón, los cuales podrían verse perjudicados o intoxicados por estos medicamentos", resalta Barreda.
¿ALIMENTOS Y AGUA PARA "CURAR" LA COVID-19?
La lucha contra la COVID-19 es también la lucha contra la información falsa o engañosa sobre el nuevo coronavirus. En esta línea, la 'misinformation' resulta incluso más peligrosa porque participan miles o millones de personas, sin necesariamente darse cuenta de que están contribuyendo con la expansión de estos contenidos falsos.
Para los periodistas especializados en fact- checking esta es una pandemia paralela en America Latina. Laura Zommer, periodista y directora de "Chequeado", comentó en el curso "Periodismo en una pandemia" del Centro Knight que "probablemente" la más peligrosa desinformación es la que tiene que ver con falsas curas y tratamientos.
"Ahí aparece una de las desinformaciones más virales en habla hispana. Habla de que el coronavirus se muere. O sea, que uno puede matar el virus haciéndose gárgaras de agua caliente y sal", comenta.
Además de la automedicación, otras falsas curas abundan en la Internet. La primera es si tomas bebidas calientes, "magicamente" el nuevo coronavirus se diluye. Humberto Vásquez, infectólogo de Clínica Internacional, resalta que científicamente aún no se ha demostrado que el consumo de líquidos callientes pueda curarnos de la infección por el nuevo coronavirus.
"No se ha realizado ningún estudio científico que demuestre que beber agua o infusiones diluya al nuevo coronavirus. Beber líquidos ayuda a mantenerse hidratados, pero no es una estrategia para combatir virus de cualquier tipo", comenta.
Por su parte, la nutricionista Sara Abu Sabbah comenta que no existe ningún alimento que pueda curar una enfermedad, sino que algunos poseen cualidades antibióticas o antimicrobianas, que pueden ayudar con algunos síntomas. La especialista resalta que es completamente falso hacer creer que un alimento va a curar a pacientes con COVID-19.
"Sí es cierto que cuando uno consume ciertos alimentos que tienen esta cualidades pueden ayudar muchísimo a mejorar los síntomas, es decir, como un tratamiento coadyuvante, más no como un tratamiento que evite o cure este u otro proceso de enfermedad. De esa manera es como funcionan los alimentos: cuando uno utiliza esos alimentos que tienen esas capacidades funcionales entonces te ayuda, pero no significa que nos va a curar", explica.
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