Actualmente existe una prueba para detectar el cáncer de cuello uterino pero ésta debe practicarse en una clínica con personal entrenado.
Una sencilla prueba para prevenir el cáncer de cuello uterino, podría ayudar a reducir las altas tasas de mortalidad de esta enfermedad, la primera causa de muerte por cáncer en muchos países del mundo.
Se trata de un autoanálisis que podría beneficiar a miles de mujeres que viven en regiones remotas y que no pueden asistir a una clínica para hacerse el chequeo respectivo, indican los científicos de la Universidad de Queen Mary de Londres.
"Las mujeres se toman la muestra solas introduciendo un hisopo o un cepillo pequeño en la vagina. Una vez adentro el hisopo se mueve alrededor del canal vaginal para tomar la muestra y ya afuera se coloca en un tubo", explicó a la BBC el doctor Attila Lorincz, especialista en epidemiología molecular.
"Posteriormente se envía la muestra al laboratorio, por correo o entregándola a alguien, y después se le informan los resultados a las pacientes", agregó el investigador.
La prueba convencional de Papanicolau requiere que las mujeres acudan a una clínica donde un trabajador de salud coloca un espéculo en el canal vaginal para tomar muestras de células epiteliales del cuello uterino.
Tras una serie de investigaciones, Lorincz resaltó que el autoanálisis logró detectar cuatro veces más casos de cáncer cervical y tres veces más casos de anormalidades precancerosas que la prueba de Papanicolau.
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