A veces un síntoma puede estar enmascarado y hacernos pensar que solo se trata de un dolor muscular, sostienen expertos.
Un ataque cerebral (ACV) se produce por un daño en las arterias del cerebro, ya sea por una obstrucción al flujo sanguíneo (trombosis) o bien por la ruptura de la arteria (hemorragia), afectando áreas del cerebro que son vitales para nuestra actividad cotidiana como el habla, el movimiento, la vida de relación y el trabajo, explican los médicos de la Fundación Cardiológica Argentina.
Según los expertos, a veces un síntoma puede estar enmascarado y hacernos pensar que solo se trata de un dolor muscular, porque sentimos el adormecimiento de un brazo, de una mano o de una pierna.
Otras veces dificulta el habla o hace confundir las palabras. Por ejemplo, al intentar decir televisor se puede decir vaso u otra palabra. Estos síntomas pueden revertirse rápidamente y pasar inadvertidos.
Consecuencias de un ataque cerebral
Después de un ataque cerebral puede presentarse la pérdida del habla, de la escritura, de la capacidad de vestirse, de bañarse, de comer y otras similares. Esta situación puede afectar a personas de cualquier edad.
¿Qué puede provocar un ataque cerebral
- Hipertensión arterial
- Diabetes
- Sedentarismo
- Estrés
- Tabaquismo
- Colesterol elevado
Si la persona tiene uno o varios de estos factores, a medida que pasen los años, el riesgo de un ataque cerebral aumentará. Todo tipo de accidente cerebrovascular no tratado a tiempo genera secuelas neurológicas y, muchas veces, severas discapacidades. Éstas dependerán de la magnitud del territorio de isquemia o infarto del cerebro.
"Las consecuencias también varían según cuál sea el área del cerebro afectada. Así, puede generarse una hemiplejia, imposibilidad para caminar; dificultad para hablar o incapacidad para expresarse", asegura la doctora Victoria Marquevich, jefa de Residentes de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Austral, en Argentina.
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