Dejar de comer y beber por varias horas ocasiona desmayos, mareos, pérdida de fuerza, molestias gástricas y aumento de la frecuencia cardíaca, precisó especialista.
Los fieles que aún practican el ayuno prolongado en Semana Santa deberían tener una buena alimentación el día previo para evitar complicaciones en su organismo durante las jornadas de misa y procesión.
“Dejar de comer y beber por varias horas ocasiona desmayos, mareos, pérdida de fuerza, molestias gástricas y aumento de la frecuencia cardíaca”, precisó el doctor Luis Honorio-Arroyo, Director General de la Oficina General de Defensa Nacional (OGDN) del Ministerio de Salud.
Las personas enfermas, embarazadas, madres en lactancia, niños y adolescentes no deben ayunar porque tienen metabolismo frágil y están expuestas a estos riesgos. “Las personas que lo hagan deben tener en cuenta su estado de salud y su edad”, enfatizó.
De otro lado el especialista recomendó adoptar medidas seguras para prevenir riesgos al momento de participar en actividades religiosas, como multitudinarias procesiones y misas que se realizan en estos días.
“Las personas que participen en procesiones deben tratar de mantener una distancia prudente entre sí y no aglomerarse para evitar cuadros de asfixia y aplastamiento que podrían generarse; sobre todo cuidar a los niños y ancianos de lesiones traumáticas como heridas cortantes u otras lesiones de gravedad”, dijo Honorio-Arroyo.
Sugirió que en los recorridos no hay que permanecer mucho tiempo cerca del humo de los inciensos porque puede ocasionar cuadros respiratorios agudos. Es importante mantener una hidratación constante para evitar trastornos. “Es mejor acudir a las procesiones con ropa y calzado cómodo”, agregó.
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