Cerca del 50 por ciento de la población adulta se automedica y tiende a trasladar esta práctica peligrosa al hogar, afectando la salud de sus niños.
El uso excesivo de los suplementos vitamínicos sin ninguna prescripción médica por parte de los escolares puede causar intoxicaciones, alergias, cambios del sistema cardiovascular, daño hepático y hemorragias, advirtió la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).
No existe evidencia científica alguna que compruebe que esos productos mejoren la memoria y el desempeño estudiantil, alertó el director ejecutivo de la institución Pedro Yarasca Purilla, ante esta idea equívoca por parte de algunos padres, quienes buscan lo mejor para sus hijos.
El consumo inadecuado de vitaminas lleva generalmente a la sobredosis, agregó tras reiterar que “desde hace tiempo la gente tiene la creencia equivocada que el usar vitaminas en sus hijos va a mejorar su rendimiento escolar, cuando esto no está comprobado”.
Manifestó que esta práctica se promueve incluso con agresivas campañas publicitarias a pesar de que “los menores pueden padecer de nuevas enfermedades que pondrían en riesgo su salud”.
Yarasca recomendó a los padres de familia que si sus hijos presentan fatiga (excesivo cansancio y sueño) o bajo rendimiento, es mejor llevarlos al establecimiento de salud para una evaluación que descarte enfermedades como la anemia, y se determine un tratamiento nutricional adecuado.
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