Más de 300 millones de personas padecen de depresión, según la Organización Mundial de la Salud. La relación de la madre con el hijo en la infancia es primordial para decidir la vulnerabilidad a esta enfermedad.
Mientras la ciencia avanza, más se va descubriendo que la genética garantiza enormemente a qué seremos vulnerables en el futuro. La salud mental también es influenciada. En esta oportunidad, conversamos sobre la depresión con el médico psiquiatra del Instituto de Neurociencia Aplicadas (INE), Alberto Fernández, quien nos aseguró que, en el caso de este trastorno, a nivel mundial, el 37% de todos los casos son por una carga genética.
Si bien existe un porcentaje de personas con una especie de depresión genética, ocasionada por la herencia familiar, según se describe en la web del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH por su sigla en inglés), el resto de los tipos también es condicionada por el ADN, pero de manera diferente.
“La mayor carga para generar depresión no es por herencia, sino por factores ambientales o epigenéticos”, precisó el psiquiatra Fernández.
Los factores epigenéticos son aquellos que cambian la expresión del mensaje genético. “Si los factores ambientales son adversos puede abrir o cerrar puertas del gen para defenderte o volverle más vulnerable a una enfermedad en específico, en este caso, la depresión”, agregó el experto en salud mental.
La relación con la madre es decisiva
De acuerdo con el psiquiatra Alberto Fernández un factor definitivo que decide si uno es más o menos vulnerable a la depresión en el futuro es la época infantil, más aún, con el apego saludable con la madre o el cuidador. Esta temporada inicia desde la vía intrauterina hasta los 5 años.
“Si en ese período, el niño pasa por situaciones de estrés adversas como la negligencia (de la madre o el cuidador), ese niño va a tener más probabilidades de tener depresión en la adolescencia o adultez temprana”, alertó Fernández.
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