Cada día más de 1,500 peruanos requieren de un donante, para atenciones relacionadas a accidentes de tránsito, hemorragias producidas durante la gestación, operaciones, entre otros.
Cada 14 de junio se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Donante de Sangre. Este fecha sirve para concienciar sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros y para agradecer a quienes donan sangre de forma voluntaria y no remunerada su altruismo, que permite salvar vidas.
La transfusión de sangre y productos sanguíneos contribuye a salvar millones de vidas cada año. Permite aumentar la esperanza y la calidad de vida de pacientes con trastornos potencialmente mortales, así como llevar a cabo complejos procedimientos médicos y quirúrgicos. También desempeña un papel esencial en la atención materna y perinatal, ya que permite salvar vidas.
Sin embargo, muchos países no disponen de un suministro adecuado de sangre segura, y los servicios de sangre se enfrentan al reto de conseguir suministros suficientes de sangre, garantizando al mismo tiempo su calidad y seguridad.
"Cada día más de 1,500 peruanos requieren de un donante, para atenciones relacionadas a accidentes de tránsito, hemorragias producidas durante la gestación, operaciones, entre otros”, informó el Ministerio de Salud (Minsa).
Una intervención quirúrgica por accidente de tránsito puede requerir una trasfusión de 5 a 30 unidades de sangre. Mientras que en caso de una hemorragia post parto puede necesitarse de 2 a 5 unidades, que se obtendría en una cantidad igual de donantes.
La donación voluntaria de sangre en nuestro país es muy reducida, solo el 0.5 por ciento de la población dona sangre. De este segmento, cerca de un 5 por ciento aporta voluntariamente. Solo existen 5 donantes de sangre por cada 1,000 personas.
Al año, el Minsa necesita 600,000 unidades; en 2013 se recaudaron 185,000; es decir, hay un déficit de 415,000 unidades. En 2012 se obtuvo sólo 166,000 unidades.
Esas unidades recaudadas no cubre la demanda interna, por tanto, hay personas que no acceden a sangre y esto se refleja en los indicadores de muerte materna, en las que el 40 por ciento fallecen por hemorragias.
“Es importante que las personas superen su miedo y los mitos, para beneficiar a quienes más lo necesitan; además, este acto genera beneficios a la salud, porque cada vez que una persona dona, se renuevan las células del cuerpo”, enfatizó la doctora Nancy Loayza Urcia, especialista del Minsa.
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