Científicos de la Comisión Europea estimó que efectos en la salud por uso prolongado de tecnologías móviles no están totalmente claros, especialmente en niños.
Un comité científico de la Comisión Europea estimó hoy que los efectos en la salud del uso prolongado de las tecnologías móviles (teléfonos o WiFi) no están totalmente claros, especialmente en los niños, aunque afirma que "probablemente" no causan cáncer.
El informe, aprobado hoy la Comisión Europea, señala que hacen falta más investigaciones para aclarar si la exposición a los teléfonos móviles durante más de diez años aumenta el riesgo de cáncer en una persona que use con frecuencia estos aparatos, y también es necesario estudiar más los efectos en los niños.
El documento señala que, en general, la duración de la exposición de las personas a estos campos electromagnéticos es más corta que el tiempo de gestación de algunos cánceres, por lo que insiste en que hacen falta más investigaciones.
Añade que, aunque no existen evidencias concretas, hay "una preocupación general" acerca de que los niños y adolescentes puedan ser más sensibles que los adultos a la exposición a los campos electromagnéticos.
Los niños tendrán una "exposición acumulada más elevada que los adultos de hoy", agrega el documento, que reconoce que "hasta la fecha no hay estudios epidemiológicos disponibles sobre los niños".
El documento del Comité Científico sobre Nuevos Riesgos para la Salud se elaboró a partir de más de 200 investigaciones sobre el efecto de los campos electromagnéticos en la salud humana.
La conclusión es que las radiofrecuencias empleas en las comunicaciones inalámbricas "probablemente" no conduzcan a un aumento del cáncer en la población a nivel general.
Los estudios en animales "no han ofrecido evidencia de que los campos de radiofrecuencias desencadenen el cáncer, aumenten los efectos de carcinógenos conocidos o aceleren el desarrollo de los tumores existentes", señala el documento.
Sin embargo, apunta que todavía quedan pendientes cuestiones acerca de la validez de los modelos experimentales y reconoce que hay "escasez de datos" en altos niveles de exposición a esas frecuencias.
El informe aprobado hoy por la CE actualiza una opinión de 2007, aunque las conclusiones en las comunicaciones móviles siguen siendo básicamente similares a las de entonces.
El informe admite que tampoco hay datos suficientes para conocer los efectos en la salud de la exposición a los escáneres de seguridad o los aparatos antirrobo instalados en las tiendas para evitar los hurtos.
En este sentido, señala que este área de investigación es "importante" ante la creciente exposición de las personas a estos dispositivos.
El Comité Científico confirmó su opinión anterior acerca de que la exposición a los campos electromagnéticos de frecuencia muy baja, como los de las líneas de alta tensión, puede contribuir a la leucemia infantil.
Pero además indicó que dos nuevos estudios epidemiológicos apuntan a una posible relación con el mal de Alzheimer, algo que considera "serio", y pide más investigaciones en esa dirección.
EFE
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