Un trastorno visual mal corregido y tratado tardíamente puede generar complicaciones hasta producir ceguera.
Aproximadamente el 20 por ciento de menores de edad en etapa escolar presentan trastornos visuales como astigmatismo, miopía e hipermetropía, ocasionando bajos niveles de concentración y aprendizaje en los estudiantes, informó el Ministerio de Salud.
Al respecto Tania Lopez Zenteno, especialista del Minsa, advirtió que estas enfermedades pueden afectar el rendimiento académico, por lo que recomendó que los niños de 0 a 6 años sean evaluados oftalmológicamente cada seis meses, mientras que de los 7 a 15 años como mínimo pasen por consulta una vez al año.
Tras mencionar que un trastorno visual mal corregido y tratado tardíamente puede generar complicaciones hasta producir ceguera, consideró importante fomentar la cultura de prevención y detección temprana de los trastornos oculares como la miopía y el astigmatismo.
“Es importante promover la adherencia al uso de anteojos por parte de los estudiantes. Es un factor clave para revertir el deterioro visual por los errores refractivos no corregidos y por lo tanto se constituye en uno de los ejes fundamentales”, dijo Lopez Zenteno.
Por su parte, el oftalmólogo Martín Midzuaray Sukoy, afirmó que a medida que los niños van creciendo se tienen que hacer nuevas evaluaciones y mediciones, pues en algunas ocasiones, los niños presentan hasta dos enfermedades.
Explicó que los niños que sufren este tipo de dolencia suelen acercarse a los objetos más de lo necesario, abren y cierran los ojos cada vez que desean leer, y se quejan continuamente de dolores de cabeza.
Midzuaray Sukoy refirió que los estudiantes, cada vez más, se sienten cómodos usando lentes de medida, ya que la creciente oferta de estos incluye la venta de monturas con diseños juveniles y colores variados.
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