Nauseas, dolor abdominal y vómitos pueden ser las señales de alerta de una complicación, como una peritonitis o perforaciones de intestino.
Rapunzel es una de las princesas de Disney favoritas de los fanáticos de los cuentos de hadas. En el cuento de los hermanos Grimm, la bella princesa logra escapar de su torre gracias a un valiente príncipe, que trepa usando la larga cabellera de su amada. Alejada de la magia, un trastorno psiquiátrico lleva su nombre.
El caso de una joven de 16 años que falleció por una complicación gastrointestinal a causa de una “bola de cabellos” que tenía alojada en el estómago, sorprendió al mundo. Y es que la muerte de la inglesa Jasmine Beever se debió al llamado Síndrome de Rapunzel.
Esta patología es una obsesión compulsiva de comerse el propio cabello durante años. La tricofagia- término científico con el que se conoce esta enfermedad- no solo afecta la salud mental del paciente, sino mucho más su estado físico, llegando incluso a la muerte.
La ingesta de cabello puede ser consciente o inconsciente por parte de la persona que padece este trastorno. En psiquiatría se habla de que este es un trastorno psicológico compulsivo, relacionado al mal funcionamiento del control de impulsos. Esta conducta repetitiva tiene un efecto en el organismo de las personas y puede llevar a problemas de salud crónicos.
Los pacientes diagnosticados con esta enfermedad tienen, además, otra patología denominada tricotilomanía, nombre del hábito de arrancarse cabellos o vellos de manera continua. Solo el 30% de las personas que padecen de esta última condición se comen los cabellos arrancados. Una condición que puede estar presente en mujeres con alopecia.
Comer el cabello está relacionado a otro comportamiento impulsivo que es el arrancarse el cabello. Este hábito puede llevar a una calvicie crónica y no solo está presente en mujeres, sino también en hombres entre los 9 y 13 años.
Cuadros clínicos como la depresión, ansiedad y ataques de pánico pueden tener a la tricofagia como una consecuencia. Los pacientes con el síndrome de Rapunzel pueden presentar síntomas luego de hasta diez años. Nauseas, dolor abdominal, sensación de saciedad y vómitos pueden ser las señales de alerta de una complicación, como una peritonitis o perforaciones de intestino por la presencia de una bola de pelo (tricobezoar) que causa también obstrucción.
La ingesta compulsiva de este cabello tiene raíz en algunos desórdenes emocionales. El sentimiento de abandono o tristeza crónica pueden llevar a los pacientes a tomar medidas extremas sobre su cuerpo. Si se ven estas conductas, es que algo no anda bien.
Detección. La presencia de tricobezoar pueden ser diagnosticados a través de un ultrasonido abdominal a lo largo del tracto digestivo. La complicación ocurre cuando el cabello, restos de alimentos que no pueden ser digeridos por nuestro organismo y algunos fluidos corporales forman una pelota. La pérdida de peso, estreñimiento y diarrea pueden estar presentes en estos pacientes
Tratamiento. La intervención quirúrgica es la opción más usada y el tamaño del tricobezoar es indispensable para optar por una laparoscopía, endoscopía y una cirugía abierta. Tras esto, los pacientes deben ser derivados a una consulta psiquiátrica para que se modifique el comportamiento. Una patología psiquiátrica que de cuento de hadas no tiene nada.
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