Consumo diario de cinco gramos de grasas trans aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias, afirman.
En el marco de la nueva normatividad nacional en materia de alimentación saludable, diversas empresas ya han eliminado el uso de grasas hidrogenadas o grasas trans en la formulación de sus productos, informó el congresista Jaime Delgado.
Tras destacar la muestra de responsabilidad empresarial y coherencia con las tendencias internacionales, Delgado resaltó que más de 20 empresas estén asumiendo el compromiso de mejorar la formulación de sus productos, especialmente con relación a las grasas trans que son tan dañinas para la salud.
“El efecto de las grasas trans es elevar el colesterol malo y bajar el colesterol bueno en el organismo. Su consumo contribuye a dañar las arterias y generar problemas cardiovasculares que son una de las principales causas de muerte en el mundo”, acotó el legislador.
Por su parte Geraldine Maurer, directora de Alerta Nutricional comentó que durante la última década se ha acumulado amplia evidencia científica que vincula los ácidos grasos trans de origen industrial a diversos males, como la inflamación vascular, el desarrollo de enfermedades cerebrovasculares y alteraciones del metabolismo de lípidos en la sangre.
Además la nutricionista alertó que el consumo diario de aproximadamente 5 gramos de grasas trans aumenta un 25 por ciento el riesgo de padecer enfermedades coronarias.
Finalmente el decano de Colegio de Nutricionistas, Roy Miranda señaló que a nivel internacional la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado la eliminación total de las grasas trans en productos procesados.
Esto es posible a través de la adecuación de la tecnología para evitar la hidrogenación de las grasas, y es así que gran parte de los industriales en el mundo, han modificado sus procedimientos para lograr este objetivo en favor de la salud de los consumidores, acotó.
Recordó que expertos de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud han señalado que una reducción en el consumo de grasas trans podría evitar entre 30 mil a 225 mil ataques cardiacos en toda América Latina y el Caribe.
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