Las promesas que hicieron los promotores de transgénicos de que iban a solucionar el hambre en el mundo no se han cumplido, según Ministerio del Ambiente.
Muchos de los defensores para la producción de cultivos transgénicos argumentan que esta tecnología puede ser la única que salve al mundo de la hambruna; sin embargo, para el director general de diversidad biológica del Ministerio del Ambiente, José Álvarez, está promesa ha quedado descartada pues hasta ahora se ha demostrado lo contrario.
“No son lo que dicen las cifras reales. Por ejemplo Europa, que no cultiva transgénicos, tiene más rentabilidad por hectárea en cultivos masivos como el maíz, trigo, soya o canola, que EE. UU. y Canadá que sí cultivan transgénicos. Entonces, las promesas que hicieron los promotores de transgénicos de que iban a solucionar el hambre en el mundo no se han cumplido”, expresó.
Además indicó que los transgénicos tienen serios problemas ya que se han creado resistencias a ciertos productos o porque no tienen la rentabilidad que se había prometido. “Buenos híbridos compiten perfectamente en productividad con los transgénicos”, señaló.
Por otro lado, la organización mundial de la salud ha declarado al herbicida ‘glifosato’ (usado para fumigar y evitar la competencia de malezas) como probablemente cancerígeno. “Entonces, si se evita usar estos herbicidas, estos transgénicos ya no tendrían uso posible”, consideró.
Asimismo, aseguró que la tecnología transgénica está pensada para ser usada en grandes extensiones, donde se pueda tener mecanización a gran escala, con grandes insumos, y no es la condición en las que viven los 2 millones 200 mil pequeños agricultores que tienen baja producción y que buscan nuevos nichos de mercado con menor volumen pero con precios ventajosos.
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