Científicos desarrollan minicerebros para estudiar las células neuronales. Elmer Huerta, Consejero Médico de RPP Noticias comenta que esto permitiría conocer el origen de enfermedades como el mal de Parkinson o el Alzheimer.
Salud
Los organoides cerebrales son tejidos que se desarrollan a partir de células madre humanas en unos aparatos llamados bioreactores. Los científicos dejan crecer los tejidos para que luego se diferencien (o dividan) en las células que componen el cerebro humano.
Un grupo de investigadores de la Universidad de San Diego en Estados Unidos desarrollan organoides cerebrales (o “minicerebros”) implantados dentro de cerebros de roedores para crear modelos de estudio que los ayuden a entender con más detalle enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer.
En 2013, se crearon estos organoides cerebrales, tejidos del cerebro formados por más de un millón de células que sirven para estudiar las células del cuerpo humano. “Son como minicerebros humanos, del tamaño de una lentejita [menestra]”, explica el Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta.
Años posteriores se hicieron estudios en el cerebro de roedores. Para esto, los médicos utilizaron células madre humanas y las introdujeron en una máquina (bioreactor), la cual fabrica estos organoides cerebrales. Luego, hicieron una minúscula ventana en el cráneo de los ratones para introducirlos y estudiaron cómo las células (humanas) del mínicerebro se conectaban con otras células cerebrales del ratón.
De este experimento, los científicos buscan fabricar minicerebros que desarrollen un método para estudiar los diversos mecanismos de las enfermedades humanas; por ejemplo, entender cómo empieza el Parkinson o cómo se desarrolla el Alzheimer.
“Con estos modelos sería posible intervenir con medicamentos para interrumpir algún fenómeno anormal en el cerebro. Esto sería parecido a la remodelación de las canchas de fútbol, que cuando un área del pasto se mancha, solo se reemplaza con un parche de gras”, advierte Huerta.
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