Exposiciones prolongadas al sol aumentan en 5 por ciento la presencia de lunares, el factor más peligroso de cáncer en niños menores de 7 años, según estudio.
Las exposiciones prolongadas al sol aumentan en un 5 por ciento la presencia de lunares, que son el factor más peligroso de cáncer en niños menores de siete años, afirmó un estudio divulgado hoy por la revista Cancer, Epidemiology, Biomarkers and Prevention.
"Los padres de niños pequeños deben tener mucha cautela cuando llevan a los niños de vacaciones a lugares muy soleados a la orilla del mar y donde la gente está todo el día exponiéndose al sol", señaló Lori Crane, del Departamento de Salud Comunitaria de la Escuela de Salud Pública de Colorada.
Los lunares o crecimiento tumorales (nevis) son el primer síntoma de melanoma, la forma de cáncer cutáneo más letal. Solo en Estados Unidos se calcula que cada año el mal aqueja a más de 62.000 personas y que más de 8.000 mueren como resultado de la enfermedad.
Según Crane, los padres erróneamente creen que los bloqueadores de sol son perfectos.
Aclara que estos productos ofrecen cierta protección, pero también es probable que los niños permanezcan al sol más allá del tiempo prudente lo que aumenta el peligro, indicó.
"Recomendamos que para reducir el peligro los niños realicen actividades a la sombra entre 10 de la mañana y 4 de la tarde. Y si tienen que estar al aire libre, que usen camisa de mangas largas.
En su estudio a 681 niños nacidos en 1998, los científicos determinaron que en los años previos al examen que debía realizarse al cumplir 7 años, los lunares de menos de 22 mm aumentaron un 5 por ciento.
"Las vacaciones pueden constituir un factor de riesgo de melanoma", dijo Crane. EFE
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