La mujer debe desterrar por completo la idea de que al extirparse el útero, estará libre de contraer cáncer en otros órganos ginecológicos, sostiene especialista.
Existen casos donde las mujeres toman la decisión de extirparse el útero para evitar que las lesiones precancerosas que atacan este órgano ginecológico, se ramifique y se generalice.
Una vez consumado este hecho por lo general se baja la guardia entre las féminas creyendo que el panorama de un posible cáncer en la pelvis no se desarrolle, olvidando órganos como la vagina, ovario y las trompas uterinas.
Para el doctor Adolfo Gamarra Ramos, Ginecólogo de Oncogyn, la extirpación del útero ocurre; por lo general, debido a dolores pélvicos o por hemorragias vaginales, sin necesidad de tener indicios de cáncer.
“La extirpación de útero se efectúa mediante la histerectomía, que puede ser abdominal, vaginal o por vía laparoscópica”.
Según el especialista, la histerectomía es una operación muy frecuente, pero esta debe realizarse solamente cuando sea necesario, es decir, cuando existan miomas gigantes, hemorragias uterinas o casos de cáncer cervicouterino.
Sin embargo, remarcó que la mujer debe desterrar por completo la idea de que al extirparse el útero, estará libre de contraer cáncer en otros órganos ginecológicos.
"Si aún están los ovarios, su riesgo de cáncer de ovario estará latente, así mismo el riesgo de cáncer de vagina y las trompas uterinas que son casos poco comunes”, aclaró.
En ese sentido, las mujeres sin útero deben continuar con sus controles anuales como cualquier otra paciente.
En el campo de la prevención, se debe combatir estas enfermedades ginecológicas que obligan a una extirpación de útero, promoviendo la monogamia en la pareja, y evitar el consumo de tabaco.
Finalmente se debe recomendar a las pacientes que después de extirparse el útero, puede mantener un control anual, a través de un chequeo integral ginecológico, para evitar la aparición de anomalías en otros órganos de la pelvis.
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