El legendario líder de Queen padecía de un desorden dental que le hizo tener cuatro dientes adicionales. Temía retirarse los dientes para no perder su voz.
"Bohemian Rhapsody", la cinta biográfica de Freddie Mercury y Queen, da a conocer uno de los "secretos" de la grandiosa voz del intérprete: el número de dientes del artista. Pero, ¿es cierto que los dientes influyen en la tonalidad de la voz de las personas?
Samir Bugosen, jefe del departamento de odontología de la Clínica Internacional, explica que para emitir sonidos (voz y música) nuestro cuerpo necesita de todo un conjunto de partes.
"Es totalmente cierto [que los dientes afectan la voz]. Los dientes son clave para la pronunciación y estos van a determinar nuestra voz, el tono y las características de la misma. Junto con la lengua, los labios, las cuerdas vocales y la laringe, los dientes, su ausencia o su disposición influyen en nuestra habla", comenta.
En el caso de Freddie, sus dientes de más podrían modificar los tonos, pero no serían determinantes para su peculiar voz. "De todos estos componentes en conjunto, según la forma y tamaño de los dientes, sale una característica especial en cada uno", explica Bugosen.
Los dientes de Freddie Mercury también eran parte de su sello personal. Sin embargo era una condición de origen embrionario: dentición supernumeraria. Mercury tenía cuatro incisivos de más en el arco dental que presionaban al resto de sus piezas dentales hacia afuera de la boca.
Si bien este trastorno es de fácil tratamiento (la extirpación es la más común), Freddie temía realizarse la operación ambulatoria por temor a que su voz se vea afectada.
LA CIENCIA DETRÁS DE LA PRODIGIOSA VOZ
De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de Austria, República Checa y Suecia, el registro vocal del líder de Queen era de un barítono, descartando que la voz de Mercury era de tenor. Su media vocal era de 117.3 Hz, un número casi inigualable de acuerdo a la publicación de Logopedics Phoniatrics Vocology.
A diferencia de otros cantantes, el intérprete de "Don't Stop Me Now" no producía sus tonos desde la vibración de sus cuerdas vocales sino de cuerdas ventriculares, llamadas también cuerdas vocales falsas, una técnica usada por los músicos clásicos.
El estudio explica que el uso de subarmónicos permitía que Mercury y su voz dieran la sensación de producir sonidos de vibrato irregular con tonos variados. Sus cuerdas vocales eran extraordinarias: vibraban más que el resto. "Don't Stop Me Now" es un claro ejemplo.
Comparte esta noticia