En buenas condiciones de refrigeración, un huevo fresco se mantiene comestible durante 28 días.
Las principales granjas avícolas argentinas comenzaron a cambiar su forma de producción y en Córdoba recibieron con sorpresa los primeros huevos con fecha de vencimiento.
Aunque la medida no se relaciona con los requerimientos del Senasa, apunta a abrir nuevos mercados, como por ejemplo el europeo, donde la legislación lo exige.
Llegados desde Entre Ríos y Santa Fe, antes de ser empaquetados reciben la impresión a través de impresoras especiales que funcionan a chorro de tinta, según publicó Diaadia.com.ar.
"Senasa no incluyó el sellado de las cáscaras de huevo como una condición para vender en la Argentina. Las empresas que lo hacen suman valor agregado al producto. Es una forma de diferenciarse", dijo Miguel Peinado, titular de la Cámara de Productores Avícolas de Córdoba.
La trazabilidad de los huevos, permite seguir los rastros del producto una vez que abandonó el punto de venta y le brinda al consumidor la tranquilidad de saber en qué estado se encuentra la mercadería.
Siguiendo con las directivas del Senasa, se estima que, en buenas condiciones de refrigeración, un huevo fresco se mantiene comestible durante 28 días.
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