Humo de los carros es capaz de alterar las cualidades protectoras cardiovasculares del llamado "colesterol bueno" y transformándolo en "colesterol malo", revela estudio.
Respirar el humo que expulsan los vehículos puede afectar al colesterol que circula por nuestra sangre y provocar la obstrucción de las arterias, advierte un estudio de la Universidad de California (EE UU).
Según los resultados del trabajo publicado en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, el humo de los carros es capaz de alterar las cualidades protectoras cardiovasculares del llamado "colesterol bueno" y transformándolo en "colesterol malo".
Para llegar a esta conclusión los científicos estudiaron durante dos semanas los efectos de emisiones de un motor diesel en ratones de laboratorio, y los compararon con otros roedores que fueron ubicados en un entorno de aire puro en el mismo periodo.
De este modo comprobaron que aquellos expuestos a las emisiones propias de un vehículo sufrían daños oxidativos en la sangre y en el hígado, que una semana después no se habían revertido.
"Se trata del primer estudio que muestra que los contaminantes del aire favorecen una forma de colesterol que potencia que las bacterias se colapsen y pueden conducir a enfermedades cardíacas e infartos", sostiene Jesús Araujo, autor de la investigación.
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