Según el autor principal del proyecto, un médico puede llevar un paquete consigo, añadir agua e inyectarlo. Solo se han hecho pruebas en roedores.
Los científicos trabajan en la creación sangre artificial, capaz de salvar vidas ante emergencias, catástrofes o situaciones en que hace falta este tejido indispensable para sobrevivir. Las primeras pruebas se han hecho en roedores, se busca probar transfusiones en animales más grandes, hasta llegar a experimentar con humanos.
Un sustituto es vital en los campos de batalla y zonas rurales sin acceso a los servicios esenciales de salud, tomando en cuenta que la sangre solo se puede almacenar 42 días y apenas dura unas horas sin refrigerar.
La hemoglobina, la proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a los tejidos, puede dañarlos y causar que los vasos sanguíneos se contraigan y aumente el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular; esa es la razón por la que otras tentativas han fracasado.
El proyecto ErythroMer para superar estas fallas, ha encapsulado la hemoglobina en un polímero sintético diseñado por Dipanjan Pan de la Universidad de Illinois, uno de los colaboradores del autor principal Allan Doctor, médico pediatra y bioquímico de la Universidad de Washington en St. Louis.
EryThroMer podría ser convertido en polvo y almacenado de forma segura durante años. "Puede ser un sustituto de la sangre que un médico puede llevar en un paquete consigo y, literalmente, sacarlo, añadir agua e inyectarlo", según explica Doctor.
Los investigadores esperan que la sangre artificial pueda ser probada en personas si convence a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) que tiene fuertes dudas sobre la seguridad de ensayos anteriores.
"Potencialmente podría salvar vidas en situaciones donde la transfusión de sangre es necesaria, pero la sangre no está disponible o no puede ser utilizada", ha dicho la FDA.
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