Científicos han descubierto el primer compuesto extraído de la cresta de gallo capaz de multiplicar por 10 la actividad de las células de las articulaciones.
Un grupo de investigadores españoles especializados en biotecnología han descubierto el primer compuesto ortomolecular extraído de la cresta de gallo, capaz de multiplicar por diez la actividad de las células de las articulaciones que mejoran su movilidad y evitan su deformación.
La doctora Ingrid Möller, que ha dirigido los ensayos científicos, dejó claro que el producto es fruto de la investigación de un equipo multidisciplinar que ha durado diez años.
El compuesto estimula a las células de la membrana sinovial para fabricar "un líquido sinovial correcto, con una viscosidad correcta y con una función adecuada".
La doctora explicó que se sabía desde la antigüedad que las crestas de gallo eran ricas en mucopolisacáridos, pero lo que no se sabía era cómo obtener de ellas el compuesto adecuado.
El ser humano produce líquido sinovial porque se mueve, pero, a la vez, éste va cambiando su viscosidad a lo largo del día de acuerdo a la sobrecarga a la que se someta a la articulación, con lo que ésta se puede dañar.
El líquido, además, lubrifica la articulación, con lo que minimiza la fricción, y también "tapiza" las irregularidades de las articulaciones.
"La producción de líquido sinovial y el movimiento tienen que estar en una combinación correcta y adecuada", señaló la doctora Möller, quien insistió en que el compuesto que se extrae de la cresta del gallo lo que hace es optimizar la función de las células en la producción de ese líquido.
Esta doctora incidió en el carácter preventivo del compuesto, aunque si la movilidad articular ya está mermada también puede cumplir una función, y señaló que está dirigido a personas de cualquier edad.
EFE
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