Una nueva investigación detalla que en el mundo mueren 11 millones de personas por una mala dieta alimenticia. Según datos del Instituto Nacional de Salud, el 69.9% de los adultos peruanos tienen algún grado de sobrepeso y obesidad.
La ciencia ha confirmado que los malos hábitos alimenticios matan más personas que el propio tabaquismo y el Perú no se libra de esta nueva pandemia que azota a la salud mundial.
Las malas prácticas alimenticias matan 11 millones de personas en el mundo, según una investigación publicada en la prestigiosa revista científica The Lancet. El Perú también fue parte del estudio, pues se trata del país latinoamericano con menos muertes por esta causa. Sin embargo, esta no es razón para alegrarse, alertó Mirko Lázaro, nutricionista del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición de la Instituto Nacional de Salud (INS).
La posición en el ránking del Perú no necesariamente refleja la dieta alimenticia insana que lleva el ciudadano promedio. “Lo que vemos en este estudio es que no alcanzamos como país el consumo e ingesta adecuada de frutas, de vegetales, de cereales integrales, de semillas oleaginosas como las nueces o el maní, de ácidos grasos como el Omega 3”, precisó Lázaro.
¿Cómo podemos mejorar nuestra dieta alimenticia?
Para poder cambiar la mala dieta peruana, la nutricionista Tania Alfaro de la Clínica Internacional, recomienda que lo primero que debe hacer el ciudadano es hacerse un examen integral sobre los nutrientes dañinos que puede haber en su sangre por el alto consumo de alimentos con grasas y azúcares.
“(El peruano) debe pasar por un chequeo preventivo, que incluya los estudios de laboratorio, como un perfil lipídico completo (colesterol, HDL y triglicéridos); de azúcar e insulina. Y para ver el ácido graso, podemos analizar las transaminasas”, explicó Alfaro.
Luego de haberse hecho el examen sanguíneo, la nutricionista Karen Sánchez aconsejó seguir una dieta que sea rica en verduras y en frutas. Para poder cumplir con esta dieta, la experta aconseja abandonar la comida de la calle, que generalmente no es sana, por una comida casera, que uno pueda cocinar.
“La comida preparada en casa es muy importante porque la persona no consume exceso de grasas o exceso de sal o azúcar, que quizá si consuma en un restaurante afuera”, sostuvo Sánchez.
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