Los adolescentes que pasan por esta situación pueden requerir terapia psicológica y, sí el grado de adicción superar los límites, necesitarán de medicación.
Es fácil sumergirse en la diversión de los videojuegos, más aún si se es niño. Pero ¿qué pasa cuando uno se obsesiona con estos aparatos para jugar? Utilizarlos en exceso puede generar una adicción.
“Este fenómeno de apetencia, que se puede apreciar en personas adictas al alcohol o a las drogas, se puede ver en niños que tienen muchos deseos de jugar. Es posible notar que cuando se les priva de este juego, los pequeños pueden manifestar síntomas que son propios de la abstinencia, es decir, intranquilidad, ansiedad o irritabilidad”, indicó el psiquiatra Horacio Vargas, titular de la Dirección de Niños y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi.
Por su parte, el psicoanalista Leopoldo Caravedo añadió que, en un primer momento, los padres deben buscar la ayuda de profesionales para resolver este tema con sus hijos.
“La adicción se produce porque se desconecta el afecto y la razón, dos aspectos que deben estar muy vinculados. En estos casos, es necesario una terapia psicológica para trabajar con el muchacho y con la familia”, señaló el también especialista del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima.
Cuando la adicción se torna difícil de manejar es necesario que el adolescente requiera un tratamiento, que puede incluir medicación.
“Los medicamentos intervienen en las zonas donde se producen están obsesiones y reducen la angustia y tensión. De esta manera el adolescente va a poder reflexionar, tener otras ideas y alternativas a los videojuegos”, añadió Caravedo.
Y más vale prevenir. Los padres pueden detectar cuando sus niños pasan por esta adicción. “Una madre o un padre que contrasta lo que hacía su hijo cuando era más joven y lo que hace ahora, si repara que pasa más tiempo fuera que dentro de la casa, si nota cambios en su comportamiento o si no existe la posibilidad de conversar con aquel; entonces puede sospechar que algo está pasando y es necesario dialogar con los chicos sobre este tema”, puntualizó el psicoanalista.
Así que ya sabe, preste mucha atención a estos detalles para evitar que su niño se obsesione con los juegos de video.
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