Las mascarillas convencionales no protegen de la inhalación de gases tóxicos. Incendios de grandes proporciones, como el que consume una manzana entera en el Callao, necesitan de instrumentos con filtros especiales.
Los gases tóxicos que se desprenden durante un incendio, como aquellos que se han registrado en la capital en días recientes, pueden dañar la salud a corto y largo plazo. Un gran incendio consume una manzana entera en el cruce de las calles Yurimaguas y Villa Rica, en el asentamiento humano San Juan Bosco, en el Callao. La situación se hace más compleja y peligrosa. Por eso, es indispensable el uso de mascarillas especiales y adoptar otras medidas preventivas.
La inhalación de humo es mortal. La pérdida de conocimiento y el coma suelen causar el fallecimiento de las victimas atrapadas en un incendio, pues la asfixia puede llevarlos a la muerte antes que las quemaduras. Cabrera menciona que las personas que tengan problemas coronarios, de hipertensión arterial y que han tenido infartos tendrían mayores consecuencias.
Tras estar expuesto ante humo tóxico, los pacientes pueden presentar o no síntomas. La prevención es importante. Si ha estado dentro del rango de acción de la humareda por más de una hora, acuda al médico. Esta última recomendación debe ser seguida, principalmente, por pacientes con diagnósticos que los predisponen a complicaciones respiratorias. Los niños, los adultos mayores y las mujeres embarazadas son lan población más vulnerable al problema.
Mascarillas convencionales no sirven
Las personas que estén cerca de la zona del incendio o en cercanías, deben protegerse con mascarillas con filtro, ya que la concentración de sustancias tóxicas queda como partículas suspendidas en el aire. Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias, explica que en este tipo de emergencias son adecuadas las mascarillas N95, pues son más herméticas y pueden filtrar las partículas grandes. “La gente que -por trabajo- se expone a respirar el humo tóxico debe usarlas”.
Los más vulnerables
Son los niños, adultos y ancianos, que pueden desarrollar cuadros de alergias, bronquitis y asma, entre otros males. El especialista reslata que la inhalación de humo puede provocar infecciones respiratorias severas y hasta broncoespasmos que terminarían con la vida del afectado, por eso señala que otra medida de emergencia es cubrirse la boca y la nariz con una toalla húmeda.
Las consecuencias de la inhalación de humo tóxico provocan asfixia, quemaduras en las vías respiratorias y daños a nivel celular ocasionados por los tóxicos en combustión.
Comparte esta noticia