De acuerdo con el Ministerio de Salud, las vacunas contra la COVID-19 para la inmunización de menores de entre 5 y 11 años llegarán al país el próximo 21 de enero.
Con un lote de 996 mil dosis de vacuna contra la COVID-19 del laboratorio Pfizer se dará inicio a la inmunización de menores de entre 5 y 11 años en el Perú. El arribo de este lote se espera para el próximo 21 de enero, teniendo como plazo 3 días más para que se inicie la vacunación en el país.
Además, en los últimos días, el Gobierno anunció que la vacunación se realizará en tres grupos, iniciando con aquellos que presentan comorbilidades e inmunosupresión y a aquellos de 11 y 10 años.
Como en otros países del mundo, este grupo de menores viene siendo inmunizado, como parte de la estrategia sanitaria para controlar la pandemia y asegurar el retorno a clases presenciales con un riesgo mínimo de contagio.
Meses antes del anuncio del inicio de la vacunación en niños de 5 a 11 años a nivel mundial, los científicos realizaron ensayos clínicos, como con otros grupos etarios, y no se identificaron problemas de seguridad. Tras esto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) dio la autorización de emergencia para su uso a la vacuna elaborada por Pfzier/ BioNTech.
La doctora María Elena Calisto, epidemióloga de la Universidad Norbert Wiener, comenta que la población pediátrica con comorbilidades en el Perú presenta, en su mayoría, enfermedades del aparato respiratorio crónicas, inmunosupresión como cáncer, que se encuentren en tratamientos de quimioterapia o radioterapia, enfermedad cardiovascular y renal, así como aquellos que se encuentren con estadios de 4 o 5 en diálisis.
“La vacuna que se utilizarían sería Comirnaty con dosis de 10 microgramos, en forma concentrada para dispersión inyectable. Sería una vacuna de ARN mensajero. […] La Agencia Europea de Medicamentos, el 25 de noviembre de 2021, aprobó la vacuna para esta edad. En el Perú, la Digemid, a través de una resolución directoria, el 15 de diciembre del 2021, acepta la utilización del Comirnaty”, agrega.
Calisto resalta que lo que se ha visto en estudios, en donde han tenido la participación de 3100 años de 5 a 11 años, que estos no se vieron afectados por algún evento secundario grave.
“Este estudio está en curso. Otro estudio en la Comunidad Europea también demostró seguridad cuando la respuesta de la vacuna Pfizer en dosis bajas para este grupo de niños fue comparable a dosis altas de 30 microgramos en personas de 16 a 25 años, medidos por el nivel de anticuerpos contra el SARS CoV-2. En cambio, la eficacia de la vacuna se ha visto en estudios donde la respuesta inmunitaria de niños se compara a personas de 16 a 25 años con una efectividad de 90.7% para la prevención de COVID-19”, añadió.
La doctora Calisto menciona que, al igual que en otros grupos etarios, tras la vacunación contra la COVID-19, los niños de 5 a 11 también pueden presentar síntomas como dolor en el lugar de inyección, cansancio, dolor de cabeza, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, así como escalofríos.
Por su parte, el doctor Luis Falcón, neumólogo pediatra de Clínica Internacional, menciona que el grupo de menores con comorbilidades incluye también a pacientes que tienen trastornos del neurodesarrollo, incluyendo pacientes con parálisis cerebral, síndrome de down, atrofias y distrofias musculares, pacientes que tengan alguna enfermedad que genere inmunodeficiencias, pacientes oncológicos, transplantados de órganos, así como aquellos con enfermedades raras o huérfanas.
“Las vacunas son bastante seguras: es una vacuna que está aprobada por la OMS y las entidades reguladoras más importantes como la FDA en los Estados Unidos, la Academia Americana de Pediatría, la Sociedad Canadiense de Pediatría. Se aplica un tercio de la dosis del adulto y el excipiente que se utiliza es el mismo que se usa en otras vacunas y medicamentos de uso común”, afirma.
El doctor Falcón resalta que si bien se reportaron algunos casos de miocarditis y periocarditis en adolescentes de entre los 12 y los 17 años, con una incidencia que iba de 54 casos por cada millón de jóvenes en esas edades, “lo que es es extremadamente raro”.
“En los niños de 5 a 11 años no han habido reportes de este tipo: el riesgo de alergia o anafilaxis, es igual que con cualquier otra vacuna, es extremadamente raro”, menciona.
REGRESO A CLASES PRESENCIALES
La doctora Calisto resalta que aunque los gobiernos instauraron la medida de cierre de escuelas para disminuir la transmisión de la enfermedad y reducir la presión sobre los servicios asistenciales, la evidencia señala que “los niños raramente son el caso índice y los estudios de casos sugieren que los menores rara vez pueden causar brotes”.
“Esto se debe a que la carga viral puede ser menor que en los adultos, aunque hay estudios que dicen lo contrario que la carga viral en menores y adultos son similares, lo que sugería que los menores son tan infecciosos y capaces de transmitir la enfermedad como las personas adultas. Entonces, tenemos una necesidad urgente de restablecer las actividades escolares en marzo 2022, esta apertura, que es recomendada en países que tienen una prevalencia baja de la enfermedad en la comunidad”, afirma.
Calisto agrega que “existe evidencia suficiente que los niños son menos susceptibles de contraer COVID-19”.
“Y si es que fueron infectados, pueden desarrollar una enfermedad grave cuyo pronóstico va a ser bueno en relación con los adultos. […] ¿Por qué vacunarlos? Primero porque reduce la posibilidad de que se enfermen con gravedad, la vacuna es segura y bien bien tolerada en todas las edades. Los niños y niñas sin vacunar puede ser fuente de infección y vía de contagio. Se tiene efecto positivo sobre la salud mental al tener una reapertura de colegios, también facilita el retorno a clases presenciales con mayor seguridad y beneficia la protección dentro de la comunidad educativa. Además, puede ayudar a frenar la propagación de variantes y favorece el mejor control de la pandemia ampliando la cobertura de protección”, sostiene.
El doctor Falcón resalta que vacunar a los niños entre los 5 a 11 años es importante para evitar que el niño enferme gravemente de COVID-19 y evitar complicaciones a corto o largo plazo.
“Aquí es importante señalar que si bien es cierto que la enfermedad en los niños hasta el momento ha sido mayormente libre y sin complicaciones, han habido casos de niños sanos que han presentado complicaciones muy serias como el Kawasaki o la Enfermedad Inflamatoria Multisistémica o neumonías severas que han llevado inclusive a la muerte. Además, evitar esparcir el virus a otras personas, incluyendo la casa y el colegio”, señala.
Finalmente, el doctor Falcón menciona que la vacunación en los niños es un paso sumamente importante para el regreso regreso a clases presenciales.
“Los protocolos a tener en cuenta deberían ser: niños vacunados, ambientes del colegio que deben estar super ventilados, mantener el uso de mascarillas dentro del salón de clases y el distanciamiento entre cada niño, así como el lavado de manos frecuentes. Para esto se debe proveer baños operativos con agua y jabón. El colegio debe asegurar la desinfección de toda superficie en cada cambio de turno. Además, no enviar a los niños al colegio con síntomas de resfrío e implementar una política rutinaria con pruebas moleculares”, finalizó.
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