El Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta, resaltó que no hay que evadir las preguntas de los hijos, ya sean menores o adolescentes acerca de la crisis política que vive nuestro país. Las explicaciones deben ser mesuradas y sencillas.
Un mensaje a la Nación como el que anunció ayer el presidente Martín Vizcarra para exigir la cuestión de confianza al Congreso de la República y así ejecutar la reforma política que planteó en su primer discurso a la nación, genera un impacto en la salud mental de todos, más aún en la mente de los niños y adolescentes, dijo en el programa de La Rotativa del Aire, el Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta.
Frente a esta situación, es un desafío para los padres saber cómo explicarles a sus hijos un momento complejo y resaltante como el mensaje de la Nación reciente. Huerta señala que este tipo de situaciones serán recordadas por los menores en el futuro, ya que el mensaje a la Nación de ayer produce un estrés postraumático social.
“Estos son momentos históricos. Los hijos lo van a recordar y van a recordar qué les dijeron sus padres, cómo se lo comunicaron”, precisó.
Huerta señaló que expertos en salud mental en este tipo de situaciones recomiendan que dividamos en tres grupos a los menores de edad. Cada conjunto merece un tipo de explicación diferenciada, agrega.
El primer grupo son los preescolares, cuya edad alcanza hasta los cinco a seis años en promedio. En dicho grupo los infantes viven en un mundo mitad fantasía, mitad realidad, así que observar a los padres vociferando o exaltándose frente a la televisión les afecta. Por eso es que lo padres deben explicar este tipo de momentos en palabras sencillas y con un tono tranquilo que dejen claro algunas ideas básicas sobre el Estado.
Luego viene el grupo de los escolares con una personalidad más o menos concreta y entablan conversaciones con sus profesores, así que ellos se merecen unas respuestas más elaboradas.
Lo que más necesitan esos niños es que sus padres les puedan “responder las preguntas que hagan, en vez de dictar un curso de educación cívica, que quizás no entiendan”, manifiesta Huerta.
El último grupo son los adolescentes, quienes como ya tienen elaborada ideas propias, más que informarles, el objetivo de los padres debe ser no imponer ideas, sino intercambiarlos mediante un debate respetuoso.
“Como todos los adolescentes son dogmáticos. Piensan que sus ideas son las únicas que valen. Van a necesitar una conversación más elaborada, que incluya intercambio de ideas y puntos de vista y mucho respeto a lo que ellos puedan decir”, apunta el Consejero Médico de RPP Noticias, quien señala que esta es una estupenda oportunidad para acercar la idea del trabajo honrado a los menores de la familia.
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