Los padres y tutores tienen 10 meses del año académico para identificar qué es lo que está fallando en el aprendizaje de su hijo, y no cuando ya es demasiado tarde.
El castigo físico suele ser la respuesta inmediata de un padre molesto por algún rojo en la libreta de notas de su hijo, sin embargo esto no resuelve nada y por el contrario, es preferible alentarlos y resaltar sus potencialidades a fin de superar cualquier dificultad y así obtener resultados óptimos.
Fernando Bolaños, viceministro de Gestión Institucional del ministerio de Educación pidió a los padres de familia evitar la aplicación de castigos físicos o maltrato psicológico contra sus hijos.
“No se puede llorar sobre la leche derramada. Es cierto que siempre las notas preocupan a los padres de familia, pero el castigo físico o psicológico no es la mejor manera de resolver el problema”, afirmó.
A pocos días de concluir las actividades académicas de este año, el funcionario sostuvo que, en vez de dañar la autoestima de los estudiantes, los padres y maestros tienen la obligación de respetar y favorecer el desarrollo integral de sus hijos.
“Tenemos que ver cómo hacemos para que nuestros hijos aprendan y tener una actitud más positiva de refuerzo de los conocimientos y aptitudes y de premiar e incentivar la curiosidad, además de fortalecer sus capacidades porque a veces se valora solo la parte académica”.
Para Bolaños, si a fin de año hay rojos en la libreta de notas, ello debe ser una llamada de atención para los padres o tutores para que identifiquen aquello que falló durante los 10 meses del año académico y que trajo como consecuencia el bajo rendimiento escolar del niño.
“La nota final refleja lo que se hizo o faltó hacer. Es cierto que muchos padres no están en casa porque trabajan, pero hay que ver qué apoyo necesitan sus hijos y encontrar la manera de que los niños estén bien acompañados para impulsar mejor sus aprendizajes”, indicó.
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