La normativa en el país indica que una bebida debe tener entre 7% y 14% de alcohol. Eso se puede apreciar en las etiquetas que se encuentran a la vuelta de bebidas alcohólicas como el vino o la cerveza.
Según el portal web “Rethinking Drinking”, del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo de los Estados Unidos, en ese país una bebida alcohólica estándar contiene 18 mililitros (ml) de alcohol puro en promedio. La cantidad varía en relación al volumen del empaque y consistencia de la bebida.
La cerveza de 355 ml contiene alrededor de 5% de alcohol, 7% el licor de malta de 266 ml, 12% el vino de mesa de 148 ml, 17% el vino fortificado (que aumenta su graduación alcohólica) de 118 ml, 24% los licores o aperitivos de 89 ml, 40% el brandy o coñac de 44 ml y 40% las bebidas destiladas o aguardiente de 44 ml.
Las bebidas embotellas o enlatadas no siempre tienen la misma cantidad de alcohol. Según estipula la normativa del etiquetado del Departamento de Alcohol y Tabaco y la Oficina de Comercio (TTB, por sus siglas en inglés), en el país norteamericano una cantidad mesurable para los vinos ligeros y de mesa se encuentra entre 7% y 14%. En comparación, un vino de mesa de 750 ml contiene alrededor de 12% de alcohol.
Aunque se considera que este estándar es de “bajo riesgo”, es demasiado alto para pacientes con problemas de alcoholismo, menores de edad, conductores de vehículos o máquinas operativas de planta, madres gestantes o en planes de embarazo y para quienes tomen medicamentos que podrían alterarse con alcohol.
Según la revista científica WebMd, el 50% de las personas tienen un trastorno por consumo de alcohol, lo cual incrementa la probabilidad de tener problemas en el hígado y otros órganos. La tasa de “borracheras” ha aumentado en adultos de 30 años en los últimos 10 años en ese país, aseguró a ese medio Rick Grucza, PhD, profesor de psiquiatría de la Universidad de Washington.
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