Nunca es muy tarde -o muy temprano- para especializarte y mejorar tus perspectivas académicas y laborales. Por ello, una maestría siempre es una buena opción.
Alimentar tu perfil profesional depende de varias cosas: trabajar duro, especializarte, estar al tanto de las últimas tendencias en tu campo laboral, investigar, etc. Por ello, la opción de estudiar una maestría está siempre presente en la mayoría de personas. Y ante ella, la pregunta que muchos se hacen (seguro tú también) es, ¿cuál es la mejor edad para estudiar una?
Preparación previa. Revisando lo que opinan sobre ello diversos especialistas en recursos humanos y desarrollo profesional, vemos que es recomendable tener una preparación laboral previa antes de elegir una maestría o especialización. Más que la edad, lo importante es la experiencia profesional que tengas y que te ayudará a escoger, con una medida equilibrada, el campo en el que quieras especializarte, en el que invertirás tiempo y dinero.
Trabajar tras el pregrado. La web guiaacademica.com explica que es recomendable trabajar un tiempo después de haber terminado el pregrado antes de hacer una maestría o especialización. Esto, señala, para reforzar tu perfil laboral y para que tengas más herramientas a fin de decidir el tema de tu especialización. El portal sugiere que se espere al menos dos años de experiencia laboral posterior al pregrado antes de elegir el campo en el que se va a optar para la especialización.
Vale la pena el reto. Elegir estudiar un posgrado pasados los 40 años, cuando la mayoría de personas tiene un trabajo demandante, una familia y una suma de responsabilidades, es un reto que vale la pena tomar en cuenta. No obstante, una vez asumido el compromiso, será gratificante tanto en lo profesional como en lo personal.
SIempre saber más. Un trabajo de la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología de Costa Rica se centra en explicar por qué se estudia una maestría después de los 40 años, cuando, en teoría, ya se tiene la vida resuelta. El estudio concluye que los factores motivadores son: tener mayores conocimientos, buscar el desarrollo profesional, asumir nuevos retos y mejorar la situación laboral.
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