Una experiencia emocional intensa puede afectar más que solo la mente. En ocasiones, el corazón también responde de forma inesperada. ¿Qué sucede cuando el dolor emocional se convierte en una amenaza real para la vida?
Aunque parezca increíble, una emoción muy intensa como una tristeza profunda puede provocar una afección cardíaca grave. Es lo que se conoce como síndrome del corazón roto o síndrome de Takotsubo, una condición real y científicamente documentada que demuestra cómo el corazón puede reaccionar ante un gran impacto emocional.
Según el doctor Marco Almerí, médico cardiólogo clínico, este síndrome puede presentarse luego de eventos emocionales fuertes, como la pérdida repentina de un ser querido o una ruptura sentimental. A diferencia de un infarto, en el Takotsubo no hay obstrucción en las arterias coronarias. En su lugar, el músculo cardíaco sufre una disfunción temporal que afecta su capacidad de bombear sangre con normalidad.
Almerí sostiene que los síntomas pueden confundirse fácilmente con los de un infarto: dolor en el pecho, dificultad para respirar e incluso alteraciones en el electrocardiograma. Por ello, para diferenciar ambos cuadros, es indispensable realizar estudios como cateterismo, ecocardiografía o resonancia magnética, además de una evaluación cuidadosa del contexto emocional del paciente.
Este síndrome afecta principalmente a mujeres: por cada nueve casos femeninos se presenta uno en hombres, aunque en los varones tiende a ser más severo. A pesar de la intensidad del cuadro, la mayoría de los pacientes -alrededor del 90 %- se recupera en un periodo de dos semanas a dos meses. Sin embargo, se estima que cerca del 5 % puede tener complicaciones graves e incluso fallecer, especialmente si no se diagnostica a tiempo.
El manejo inicial del síndrome del corazón roto es similar al de un infarto: se utilizan medicamentos como beta bloqueadores, diuréticos e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), como captopril o enalapril. No obstante, conforme el paciente mejora, el enfoque terapéutico debe incluir también un acompañamiento emocional, ya que la causa raíz es el estrés emocional.
De acuerdo con Marco Almerí, en el Perú el síndrome del corazón roto es considerado una condición subdiagnosticada, debido en parte a la limitada disponibilidad de equipos para imágenes cardíacas en diversas regiones. Esto impide que muchos casos reciban un diagnóstico certero y tratamiento oportuno.