Un buen contrato, que especifique las responsabilidades de arrendatario y arrendador, es la base de un alquiler libre de problemas.
Alquilar un departamento o vivienda no es algo sencillo. Hay varios aspectos previos a tener en cuenta antes de lograr el objetivo de alquilar una propiedad y percibir un ingreso extra por él. Aquí te damos algunos consejos básicos:
Lo primero es determinar el precio de alquiler. Esto puede hacerse investigando cuánto es la tarifa que los propietarios de predios similares están solicitando en la misma zona. Las páginas web de anuncios de alquiler de propiedades permiten hacer comparaciones de precios según las características de cada una.
Si ya tienes personas interesadas en el alquiler, verifica su historial en Infocorp o en otra central de riesgos para que tengas una idea sobre su capacidad real de pago
Recuerda que se cobra un mes de adelanto y otro de garantía. Este último importe cubrirá el eventual deterioro que el inquilino pueda hacer a los ambientes, como paredes manchadas o daños en las instalaciones sanitarias y en el mobiliario.
Elabora un contrato de alquiler lo suficiente claro respecto a los compromisos de ambas partes. Se debe consignar el monto del alquiler, la vigencia del contrato (indica la fecha específica del fin del contrato), una cláusula de inquilinos morosos y otros aspectos relevantes a la propiedad, como a quién le corresponde el pago del mantenimiento y arbitrios.
El contrato también debe especificar el uso que debe darse al inmueble, el estado de la propiedad, causales de resolución, penalidades por demora de pago o terminación anticipada.
No olvides incluir la cláusula de allanamiento a futuro del propietario que te permitirá recuperar el bien en un plazo corto, en caso haya vencido del contrato y tu inquilino no quiera desalojar la vivienda o por resolución de este debido a falta de pago.
Ten la precaución de llevar este contrato a la notaría para evitar estafas o que se registre tu propiedad a nombre de un tercero.
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