A partir de los seis meses el bebé ya debe empezar a comer, pero no cualquier tipo de alimentos debido a que su aparato digestivo tiene que adaptarse a un proceso más complejo. Es importante saber cuánto, cómo y qué alimentos debemos darle.
“Podemos empezar con arroz, trigo, avena, papa, yuca, camote, plátano, pera, papaya, lo importante es darle mediante purés, mazamorras espesas o aplastados y continuar con la lactancia materna hasta los dos años”, afirmó la nutricionista del Hospital San Bartolomé Dariela Armas.
La especialista señala que durante las dos primeras semanas las papillas pueden darse dos veces al día, una a media mañana y otra a media tarde y reemplazará a la lactada siempre y cuando el bebé coma al menos 3 cucharadas, si no lo hace hay que darle su toma de leche.
“Al comienzo el bebé puede escupir la papilla, por eso es recomendable que se preparen con un chorro de leche materna para que el niño se familiarice con los alimentos y no presionarlo para que coma”.
A partir de los 6 meses tres semanas se puede incorporar otra papilla al almuerzo, de tal manera que el niño tendría tres comidas al día, una a media mañana, una al medio día y otra a media tarde.
“Se puede preparar un puré de zanahoria con papa, carne molida o sangrecita para el almuerzo, a media mañana puede comer una fruta como pera, papaya o plátano en trocitos pequeños o aplastado y a media tarde una mazamorrita, es importante que los alimentos sean variados”.
El ambiente y la forma de alimentar al bebé son fundamentales en esta etapa, pues no solo se trata de alimentarlo, sino de brindarle afecto y estimular su sistema sensorial.
“La madre o la persona cuidadora debe sentarlo al frente, hablarle y mostrarle el alimento que va a comer, incluso que pueda tocarlo si desea, es una manera de aprovechar este momento para estimular el oído y el lenguaje en el niño”, recomendó la especialista.
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