Las pandillas buscan entrar en las instituciones de seguridad para abastecerse de uniformes, armas y para adquirir adiestramiento.
Al menos 483 pandilleros o personas ligadas a esos grupos o "maras" se infiltraron en los cuerpos de Seguridad salvadoreños desde el año 2010, según información oficial.
El informe del Ministerio de Defensa da cuenta de que entre el 2010 y 2015 al menos 435 miembros de la Fuerza Armada fueron expulsados por poseer "algún vinculo" con las pandillas.
Según los datos, en el año 2015 se registró el mayor número de militares separados del cuerpo de seguridad cuando totalizaron 265, seguido de 2014 con 91, y 2011 con 41.
Entre estos expulsados del Ejército, se encuentran 10 miembros de los Comandos de Fuerzas Especiales y uno del Estado Mayor Presidencial.
Todos los marginados del ente de seguridad eran hombres con edades entre 21 y 35 años, aunque no se especifica las pandillas a las que pertenecían o con las que tenían nexos.
Las autoridades también separaron de la Academia Nacional de Seguridad Pública a un total de 39 aspirantes a policías, de estos 25 pertenecían a la Mara Salvatrucha (MS13), 13 al Barrio 18 y uno a otra pandilla que no fue identificada.
En diciembre de 2015, el portavoz de la Presidencia salvadoreña, Eugenio Chicas, reconoció en una entrevista con Efe la infiltración de pandilleros a los cuerpos de Seguridad, pues "estas instituciones se nutren de jóvenes de la sociedad y las pandillas están ahí".
Diferentes autoridades salvadoreñas han señalado que las pandillas buscan infiltrarse en las instituciones de seguridad para abastecerse de uniformes, armas y para adquirir adiestramiento para multiplicarlos al interior de sus estructuras.EFE
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