Nohelia Merino Suasnábar, de 22 años, desarrolló el proyecto Drone Cansat, un satélite de bajo costo que tiene incorporado una hélice que le permite volar y registrar los datos que le programen.
Una estudiante de la Universidad de Ingeniería (UNI) ganó una beca del Concytec para entrenarse en la Singularity University del Centro de Investigación de la NASA, una entidad que identifica a jóvenes líderes de diversos países para atender problemas sociales que aquejan al mundo.
¿Qué hizo? Nohelia Merino Suasnábar, de 22 años, desarrolló el proyecto Drone Cansat, un satélite de bajo costo que tiene incorporado una hélice que le permite volar y registrar los datos que le programen. Gracias a esa innovación que añadió a un satélite convencional como Cansat (satélite que tiene el tamaño de una lata), y que usado en la tierra sólo podría usarse para obtener información mientras cae de un avión o helicóptero, ha logrado que se convierta en un Drone que monitoree la contaminación del aire, diseñe mapas de ecosistemas en 3D y tome fotografías panorámicas.
Aunque el Cansat favorecido por este “valor agregado” lo creó junto a sus socios, amigos y compañeros del laboratorio Smart Machine CTIC UNI, este mecanismo concebido por Nohelia le permitió ganar la convocatoria de Ciencia Activa, una iniciativa del Concytec orientada a jóvenes científicos.
¿Qué hará? La estudiante dijo tener mucha expectativa por las diez semanas que tendrá en Singularity University, con sede en California, Estados Unidos, pues mejorará su proyecto, Drone Cansat y alternará con las mentes brillantes de otras latitudes. En California, Nohelia entrenará para resolver problemas mundiales asociados con el ambiente, salud, educación o sociales, al lado de otros jóvenes como ella que vienen de diversos países del mundo que utilizarán tecnologías exponenciales para lograrlo. “Usaremos impresión 3D, sistemas computacionales, biología sintética, inteligencia artificial y robótica", dijo.
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