Richard Nossar y Yazmín Cuadros dan forma a Tribu explorando territorios intestinos, sombríos, y abriéndolos al mundo en su disco Círculo.
Círculo
Tribu
Catrina Records / Luna Pagana Records
Perú, 2018
Calificación: 9/10
Escribe: Rafael Valdizán
La voz principal es de Yazmín Cuadros, quien también aporta un buen número de instrumentos —desde guitarra acústica hasta ocarina, pasando por flautas, maracas, silbato de cerámica y tambor de agua, entre otros—. Ella ha sido parte de bandas como Pastizal, Mitos Raíces y Aborigen.
Richard Nossar toma la guitarra eléctrica, el bajo, el gong y el pun. Lo conocemos de otros proyectos como Matus, Aura Tornasol, Quemos, entre otros.
Ambos son Tribu. Y acaban de editar Círculo.
Ocho canciones y una sensación general de vuelo hipnótico hacia las profundidades de una tierra inexplorada. Un camino al bosque desconocido al atardecer. Una ofrenda elevada al cielo crepuscular. Algo del Perú que no vemos subyace a los cantos y las formas instrumentales. Misterio, exotismo, grises.
Y ese el valor principal de esta obra: tiene la gran virtud de pintarnos una película solo con elementos sonoros, donde cada quien es libre de soltar la imaginación y largarse sin miramientos en un viaje ritual, a lo largo de trochas de madera, entre las sombras, con destino ignoto.
La música de Tribu es libre: no está sujeta a ningún corsé estético. Puede sonar —valga la redundancia— tribal, como en Todos los Jaguares (Canto para Yana); psicodélica en Nube Roja; pero también minimal y exótica, como en El Camino de las Luciérnagas.
Hay algo de rock pesado en la magnífica Llegando al Sol (puedo adivinar la herencia sabática que ha influido buena parte de la obra de Nossar, principalmente en Matus).
El encanto etéreo-introspectivo de Oiré y Dice Ser, y las sombras góticas que envuelven After Dark y Viento contribuyen aun más en hacer de la música de Tribu un ritual elástico y elevado, en el que un elemento pasa a ser sustancia indesligable e hilo conductor de toda la obra: la oscuridad.
Para destacar: la voz de Yazmín Cuadros. Más que una voz, pasa a ser un instrumento de posibilidades infinitas. Y, por supuesto, la ductilidad de Richard Nossar en la parte instrumental. Además, ambos logran un tándem notable en el aspecto compositivo, esencial para llevar esta aventura hacia la excelencia artística: Círculo es uno de los discos más interesantes del año en nuestro país.
En Círculo, Nossar y Cuadros han tenido el acompañamiento de varios músicos invitados, los cuales han aportado guitarras y bajos adicionales, batería, saxofón, percusión e instrumentos exóticos. Entre ellos, figuran Manuel Garfias, Coco Herrera, Dante Ayala, Hugo Elías, Carlos Vidal y Cristóbal Pérez.
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