El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres, pero con un enfoque preventivo y diagnóstico temprano se puede reducir el riesgo de contraerlo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres. Sin embargo, se puede prevenir casi por completo a través de la vacunación y revisiones ginecológicas anuales; además, si se diagnostica a tiempo, es uno de los cánceres que se pueden tratar con más éxito.
Por lo general, el cáncer de cuello uterino se presenta de manera lenta y, antes de que aparezca, las células del cuello uterino pasan por una serie de cambios. Una vez que las células en el tejido cervicouterino empiezan a presentar anormalidades (displasia) pueden desaparecer sin tratamiento, permanecer iguales o, a lo largo de los años, convertirse en células cancerosas.
Factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino
Los factores de riesgo son todo aquello que aumenta la probabilidad de padecer una enfermedad. En el caso del cáncer de cuello uterino, la infección por el virus del papiloma humano (VPH) es su causa principal.
¿Qué es virus del papiloma humano (VPH)?
La infección por el virus del papiloma humano (VPH) casi siempre es la causa del cáncer de cuello uterino y se transmite de persona a persona durante las relaciones sexuales.
Hay más de 80 tipos de virus del papiloma humano, de los que casi 30 pueden infectar el cuello uterino. Algunos tipos de VPH pueden ocasionar cambios en el cuello uterino de la mujer que con el paso del tiempo pueden convertirse en cáncer, mientras que otros pueden causar verrugas genitales o de la piel.
Para protegerse del virus del papiloma humano, es recomendable realizarse chequeos preventivos anuales y también aplicarse la vacuna contra el VPH. Actualmente, en Perú, esta vacuna es gratuita para niñas entre 9 y 13 años en centros de salud públicos. En mujeres desde los 14 a 45 años, se puede acceder a la vacuna de forma privada en clínicas y se aplica por medio de 3 dosis, con intervalos de 2 y 6 meses de la primera dosis.
Otros factores de riesgo
Por otro lado, la exposición a un medicamento llamado dietilestilbestrol (DES) mientras se está en la matriz de la madre aumenta el riesgo de displasia de cuello uterino, y de adenocarcinoma de células claras de la vagina y el cuello uterino.
Además, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los siguientes factores también pueden aumentar el riesgo de cáncer de cuello uterino:
• Tener el VIH, el virus que causa el sida u otra afección que debilite el sistema inmunitario (es decir, que limite la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades y problemas de salud).
• Tomar pastillas anticonceptivas durante mucho tiempo (cinco años o más).
• Haber dado a luz a tres bebés o más.
• Tener varias parejas sexuales.
¿Cómo se puede reducir el riesgo de cáncer de cuello uterino?
Según la American Cancer Society (ACS), el cáncer del cuello uterino suele presentarse en la mediana edad y se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres de entre 35 y 44 años. Además, las mujeres que nunca o rara vez se han sometido a pruebas de detección representan más del 50% de los casos nuevos de cáncer del cuello uterino.
Generalmente, en su etapa inicial, el cáncer de cuello uterino no presenta signos ni síntomas. Por ello, para diagnosticar el cáncer de cuello uterino, se utilizan pruebas para examinar el cuello uterino: examen físico, examen pélvico, Papanicolaou, colposcopia y biopsia.
Para la prevención y detección temprana del cáncer de cuello uterino, como parte de los chequeos preventivos que deben realizarse anualmente, existen dos pruebas:
La prueba de Papanicoláu (o citología vaginal) busca precánceres, que son cambios en las células del cuello uterino que podrían convertirse en cáncer si no se tratan en forma adecuada.
La prueba del VPH busca el virus (virus del papiloma humano) que puede causar este tipo de cambios celulares.
Ambas pruebas se pueden hacer en un consultorio o centro médico. Durante la prueba, el médico recolecta algunas células y moco del cuello uterino y del área que lo rodea para enviarlas a un laboratorio.
Si se diagnostica cáncer de cuello uterino en la paciente, se realizan pruebas para determinar si las células cancerosas se diseminaron dentro del cuello uterino o a otras partes del cuerpo como el tejido, el sistema linfático y la sangre.
¿Cómo se trata el cáncer de cuello uterino?
El cáncer de cuello uterino se puede tratar de varias formas dependiendo de su tipo y de cuánto se ha extendido. Los tratamientos pueden consistir en cirugía, quimioterapia y radioterapia.
A continuación, te contamos de qué trata cada uno de los métodos:
Cirugía: El médico extirpa el tejido canceroso por medio de una operación.
Quimioterapia: Tratamiento que utiliza medicinas especiales para reducir el tamaño del tumor o eliminarlo. Estos medicamentos pueden administrarse en píldoras o por vía intravenosa y, en ocasiones, de ambas maneras.
Radioterapia: El uso de radiación de alta intensidad (similar a los rayos X) para matar el cáncer.
Para más información, es importante asistir a tus controles preventivos una vez al año con un ginecólogo oncólogo. Además, recuerda que la vacunación contra el VPH puede protegerte contra los tipos de VPH que causan el cáncer de cuello uterino, vagina y vulva con mayor frecuencia.
Detecta Clínica cuenta con un preventivo oncológico enfocado a la mujer, donde un ginecólogo oncólogo realiza una evaluación física, colposcopia digital HD y una prueba de Papanicolaou para realizar el despistaje de cáncer de cuello uterino. Recuerda que prevenir es quererte y Detecta Clínica es confianza.
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