Tener claro el propósito intrínseco, aprender del proceso y buscar compañía son vitales para integrar hábitos saludables a nuestra rutina.
Cuando queremos adoptar hábitos saludables en nuestra vida como el ejercicio físico, la dieta y la reducción del estrés debemos enfrentar el hecho de que muchas veces estos cambios son difíciles, por lo que desistimos. Elisha Goldstein, autora del libro “Descubre la felicidad con mindfulness”, recomienda cinco pasos que nos ayudarán a mantener estos hábitos saludables.
1. Descubre el propósito: El primer paso para adoptar un hábito saludable y mantenerlo consiste en tomar conciencia de que por qué es importante para uno hacer ese cambio. La clave está en encontrar un buen motivo intrínseco para emprender el cambio y jugar con él.
2. Planifique: Para aumentar la motivación tenemos que tener la esperanza de que realmente podemos conseguir algo. La esperanza necesita un plan realista que podemos usar como mapa. La idea es que nos preguntemos qué es lo que podemos hacer dentro del hábito saludable que nos hemos trazado y, en función a la respuesta, nos trazaremos un objetivo algo inferior para asegurarnos de que podemos alcanzarlo. Cuando lo logremos nos motivaremos y buscaremos ir por más.

3. La clave del dominio: Un estilo de vida más saludable debe ser asumido desde una perspectiva de crecimiento. “No se trata de alcanzar un objetivo final concreto, sino de un proceso de aprendizaje que conduce a una vida más saludable”. Si hay dificultades para lograr el objetivo no hay que verlo como un fracaso sino como una forma de aprender de lo sucedido para seguir avanzando.
4. En buena compañía: Las probabilidades de adquirir un hábito nuevo aumentan si lo hacemos en compañía de otros que intentan conseguir lo mismo. Con un compañero hay más posibilidades de hacerse constante en la práctica, aprender y sentir que forma parte de una comunidad.
5. Perdonar e invitar. Si hay tropiezos en el camino para formar un hábito y eres consciente de ello, felicítate por estar presente en el momento, analiza cómo has llegado a ese punto y vuelve a empezar. Lo ideal es perdonarse a uno mismo por haberse desviado del camino y, desde ese espacio de conciencia, invítate a reanudar el camino. Repite este proceso cada vez que haya recaídas. Cada vez se aprenderá algo más.
Comparte esta noticia