Se trata de la capacidad de las empresas para honrar sus deudas en el plazo fijado y, al mismo tiempo, seguir en marcha con sus operaciones. Conoce cómo alcanzar este delicado balance.
El equilibrio financiero es el objetivo ideal que debe cumplir cualquier empresa para tener liquidez y ser solvente. Es decir, comprende la posibilidad de dar respuesta con la liquidez de los activos a la exigibilidad de las deudas. Para ello, según el portal especializado en derecho y economía, ‘Ibañez & Almenara’, deben darse una serie de requisitos.
– Las inversiones a largo plazo, como la adquisición de maquinaria o instalaciones, por citar algunos ejemplos, se financian con recursos permanentes, representados por fondos propios (capital de la empresa). En caso se requiera se acudirá al endeudamiento a largo plazo. De este modo se consigue el equilibrio entre el tiempo de permanencia del activo en la empresa (largo plazo) y el plazo en que deben ser devueltos los fondos utilizados para financiarlo, también el largo plazo.
– Crea un fondo o colchón de seguridad que ayude a hacer frente a posibles desajustes que puedan producirse entre los cobros y pagos. Así evitarás que la falta de pagos de algún cliente lleve a tu empresa a la insolvencia.
- Para medir y proyectar las finanzas de una empresa es necesario que sus administradores tengan conocimiento de las herramientas para hacerlo. También debe existir una integración entre las áreas comercial, administrativa y financiera.
- Para analizar a una empresa, además del estado de flujos de efectivo, la cuenta de pérdidas y ganancias, se analiza con gran detenimiento su balance financiero. Según el portal de negocios peruano Pymex, el balance financiero se define como la herramienta que proporciona información sobre la estructura de activos y pasivos, su distribución en cuanto al plazo de vencimiento para los pasivos, y el grado de liquidez de las distintas posiciones de activo.
- El balance financiero también proporciona valiosa información sobre la senda que ha seguido la empresa a lo largo del tiempo. “Es la pieza fundamental que sirve a un analista para decidir si una empresa presenta una estructura sólida o no”, puntualiza Pymex.
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